Nunca se imaginó el gobierno de Javier Duarte el grave problema en que se metía cuando se confrontó con las autoridades de la Universidad Veracruzana, no se trata de la rectora Sara Ladrón de Guevara, sino de una comunidad universitaria de decenas de miles de estudiantes, maestros y egresados de la máxima casa de estudios de la entidad.
Es simple y llanamente la defensa de la universidad pública de Veracruz con el justo derecho de contar con recursos que por ley le corresponden para cumplir con sus funciones sustantivas.

Guardadas las proporciones, es como si se quisiera revivir la marcha del rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, en el conflicto estudiantil del 68 que marcara para siempre la tumba política del presidente Gustavo Díaz Ordaz.

Meterse con los estudiantes universitarios es un tema prohibido. El problema de Ayotzinapa es por que las víctimas eran estudiantes normalistas y con eso se selló el negro futuro de Peña Nieto.

No tiene ninguna explicación quien aconsejara al gobernador Javier Duarte de Ochoa que se bronqueara con la comunidad universitaria y con ello hundiera aún más el problema electoral que confrontará el PRI en los próximos comicios del caliente verano.

Conociendo el talento académico y la sensibilidad política del secretario Flavino Ríos Alvarado, se podría asegurar que su participación fue institucional más no de convicción jurídica.

El tema universitario podría convertirse en un poderoso argumento de campaña de los partidos de oposición y urge al candidato Héctor Yunes Landa deslindarse de la administración estatal. Se juega el voto de cientos de miles de universitarios que han pasado por las aulas de la UV de las últimas seis décadas.

Por el lado mediático, el 85 por ciento de los periodistas universitarios que trabajan en los órganos informativos son egresados de la vieja Facultad de Periodismo, convertida en Ciencias de la Comunicación, quienes defenderán por principios éticos y el espíritu de justicia social a su Alma Mater.

Desde el 11 de septiembre de 1944 inició la UV su existencia formal como la principal institución de educación superior de Veracruz y después de 72 años de desarrollar una preponderante tradición de carácter humanista quieren interrumpir sus labores y su compromiso de ofrecer al pueblo los beneficios de educación y cultura. Es absurdo este conflicto que en el fondo tiene el putrefacto aroma de la corrupción oficial.

La victoria de Dante

Más de un millón le tendrá que pagar el gobierno federal como indemnización al exgobernador Dante Delgado Rannauro por daño moral al comprobarse que era inocente de las acusaciones que le inventara el gobernador Patricio Chirinos por no aceptar la encomienda del presidente Ernesto Zedillo que se fuera de embajador a Brasil a cambio que desistiera de crear un nuevo partido político opositor al PRI.

Es el primer funcionario en la historia que le gana un pleito al gobierno federal.