Si bien en el análisis que se dio en este espacio sobre los tiradores del PRI municipal del puerto jarocho se comentó también que es el PRI estatal quien deberá definir si hay cambio de dirigencia en el PRI porteño, se han hecho llegar algunas versiones en el sentido que no se debe descartar a otro actor político, Harry Grappa Guzmán.
Precisamente el secretario de Turismo del gobierno estatal prefirió no hablar de política ni de sus aspiraciones como prospecto para la diputación local en el distrito de Veracruz, cuando respondió este fin de semana a los medios que "no es el momento” para discutir el rumbo al 2016.
Y con un tanto de habilidad que de empresario a político ha aprendido en poco tiempo, agregaría:
"La política la hace el Gobernador del Estado. Nosotros somos servidores públicos que nos debemos a la sociedad veracruzana y a los resultados”.
Lo cierto es que el funcionario está ya prácticamente encartado para sumir un encargo, o al menos empieza a sondear el terreno, y una de las primeras acciones que le han recomendado sus asesores es también incursionar en el PRI municipal o alguien de su confianza u operador, hacerse cargo del mismo.
Y es que en una regla no escrita así debiera conducirse los aspirantes de otra forma no sin control de las estructuras del partido no hay condiciones para poder llegar al triunfo en las elecciones donde buscan participar.
Si la decisión es prácticamente un hecho por parte de Grappa no debe esperar y entonces empezar a colocar el cuadro estratégico de sus representantes u operadores.
Pero Grappa no está solo. Tiene enemigos a vencer. Y que no juegan por la derecha. Son enemigos a vencer y de su cuidado. Y no precisamente por el peso politico.
Se trata de los que encabezan el cuadro conocido y bautizados por Javier Duarte como la corriente el séquito del "enanismo" político. Los enanos son encabezados por Marlon Ramírez y el mismo Daniel Galindo quienes buscan se parten y reparten a su antojo las diputaciones locales.
Esto con el fin de perfilarse a su ambicioso proyecto de siempre, la alcaldía porteña.
Para ello, primero tendrían que dejar en la carrera a un lado a los dos oponentes más fuertes al interior del tricolor, que con todo y la pasada derrota, seria en primer término, Anilú Ingram y en segundo, Harry Grappa. La primera con mayor fuerza y posibilidades si es nombrada delegado de la Sedesol federal, y el segundo, otro hueso duro de roer, si alcanza la posición en el Congreso Local.
MUY EN CORTO
DEANTES SE TAMBALEA. Ha trascendido que después de una plática en Zongolica entre el dirigente del PRI, Alberto Silva Ramos y su primo, Gabriel Deantes Ramos con otros personajes, los dos primeros habrían "filtrado" la idea de presentarle a Javier Duarte, el "lanzar la amenaza" en unas dos semanas a los senadores rojos, Pepe Yunes y Héctor Yunes, que si seguían sus "arrebatos, bravatas, señalamientos" podrían iniciarse en el comité estatal un "proceso de expulsión" en su contra de parte del partido.
Quizá es una de las razones por las que el recién ungido dirigente esté endureciendo el discurso y poniendo orden en la casa. Aunque haya presunta advertencia de proceder, según los analistas, realmente lo que en el fondo se busca, es la unidad.
A ello hay que agregar que la línea de trabajo que trae el tuxpeño es realizar una rueda de prensa casi a diario para aparecer en la opinión pública es con el fin de darle otra inercia al liderazgo. Pero debe tener cuidado y enfocar muy bien el tema de los Yunes azules y rojos, sin que se salga de control. Y finalmente, estos se adhieran con toda la intención de jalar parejos y en acuerdo con el tricolor.
El que debe andarse con cuidado por cierto es Gabriel Deantes pues las cosas no le favorecen en su distrito, y tendrá que emprender con más trabajo si no quiere arrancar con las encuestas en contra. Y menos pretender abonarle al tema que es algo exclusivo de Silva buscar la cicatriz de las heridas, o ubicar a los que pretenden faltarle al respeto al gobernante, como ya lo sentenció.
direccioneditorial@hotmail.com