La decisión local de quien será el candidato priÃsta a la gubernatura semana será tomada por los dos senadores José y Héctor de los mismos apellidos paternos y por el gobernador Javier Duarte de Ochoa, asà como la participación directa del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
La oferta de quien serÃa el primero para la candidatura de dos años y quien aceptarÃa buscar la de seis sigue en suspenso. La cuestión de la edad tiene su peso especÃfico, lo que coloca con cierta ventaja a Yunes Landa . Esta propuesta serÃa llevada a Manlio Fabio Beltrones, ya para entonces lÃder nacional del tricolor, para que sea el conducto para la aprobación del presidente Peña Nieto.
El peso especÃfico del operador electoral de Herrera Beltrán sigue con la misma fuerza cuando era el gobernante veracruzano. Situación nada grata para los dos aspirantes a suceder a Duarte de Ochoa.
Es de vital importancia para Beltrones Rivera, retener para su partido la gubernatura veracruzana, su futuro polÃtico se cifra sobre los triunfos que obtenga en los diversos comicios estatales que se llevaran a cabo en el 2016.
También para el sucesor de Peña Nieto será clave lo que ocurra el próximo año en la entidad veracruzana. Sobre todo cuando el PRI ha perdido en el estado en las tres últimas elecciones presidenciales.
La declaración del sonorense sobre la sana distancia entre el partido y el presidente de la República, fue tomada como una burla, cuando precisamente la prima del mandatario Carolina Monroy del Mazo serÃa nombrada secretaria general del CEN priista.
Si todo queda en familia
La seguridad de los periodistas
Las ultimas reclamaciones de los periodistas en contra de las autoridades polÃticas van dirigidas a quienes tienen el deber de garantizar las condiciones para que los medios informativos, en todas sus modalidades, puedan cumplir con sus tareas profesionales.
Las voces que se han levantado con las muertes de los comunicadores es por la impunidad agravada al comprobarse la existencia de una franca complicidad entre la delincuencia organizada y los funcionarios por acallar las voces que les incomodan o que no pueden comprar.
El tema de la seguridad de los periodistas es una cuestión de estado, de la que depende en gran medida un gobierno que aspira a ser democrático. Los grupos de poder que manipulado a su antojo la manoseada libertad de expresión, ejercicio que no puede subordinarse al crimen organizado.
Las protestas de los periodistas y organizaciones civiles demuestran que hemos llegado al lÃmite, lo que puede provocar una crisis irreparable en el quehacer noticioso, percepción que se comparte con las comisiones de derechos humanos y las instancias internacionales que velan por la libertad de expresión. Tanto la ONU como la Sociedad Interamericana de Prensa han emitido opiniones muy severas en contra de la situación que existe en nuestro paÃs sobre el permanente riesgo que afrontan los comunicadores en sus diversas labores lo que apunta la gravedad del problema.