Fue toda una sorpresa para los ciudadanos veracruzanos lo que ha provocado la reforma electoral que permite las candidaturas independientes para gobernador del estado de Veracruz, al reconocer en un estudio de opinión, que casi ocho de cada diez electores, se inclinaría por un ciudadano que no perteneciera a ningún partido político.

Con este nuevo panorama electoral habrá un buen número de políticos veracruzanos, que no comulgan con ningún partido, que buscarían ser nominados como independientes y se repitiera el caso del estado de Nuevo León, donde Jaime Rodríguez, alias El Bronco, obtuvo el cincuenta por ciento de los votos para gobernador en la pasada elección del siete de junio, dejando en ridículo a los abanderados del PRI y del PAN, que se consideraban como los ganadores habituales, como había ocurrido a lo largo de la historia, en aquella entidad norteña donde se concentran las grandes empresas del norte del país.

Las candidaturas independientes debieran ser para personas que no hayan participado en actividades políticas. Resulta una burla la del ingeniero Gerardo Buganza Salmerón, que fue candidato panista a la gubernatura veracruzana y después se declaró ferviente fidelista y termina como el promotor duartista más identificado con el gobierno en el poder.

Independiente, quiere decir que es libre y autónomo.
Quedó demostrado que el pueblo de México está en contra de la partidocracia, que tanto daño ha causado a la democracia, que debe existir en la nación mexicana.

Lo triste es que los líderes nacionales, estatales y municipales de los partidos políticos, lo consideran como un negocio muy redituable.
Es una codiciada franquicia que otorgan las autoridades electorales.

Lo consideran como una empresa que contrata candidatos a diversos puestos de elección y según la importancia del cargo, así lo venden.

Dentro de esta variedad empresarial, el PRD, también se alquila con los gobiernos ya sea federal o estatal, no solo durante los procesos electorales, sino cuando requieren el apoyo de sus legisladores para ciertas iniciativas de ley que van a ser cuestionadas, por su interesada naturaleza.

Veracruz, por tradición durante ocho décadas se había inclinado por la hegemonía del partido tricolor. Al parecer esta supeditación ya terminó y en este nuevo proceso electoral de una gubernatura de escasos dos años, que a nadie le interesa, buscará la ciudadanía veracruzana el anhelado cambio.

Las fiestas del Chapo

En el fondo, a una gran mayoría del pueblo mexicano les dio gusto, que se escapara de la cárcel Joaquín (el Chapo) Guzmán. En Culiacán, capital del estado de Sinaloa, lo celebraron en grande, donde es originario el famoso narcotraficante.

En dicha ciudad hasta fiestas y misas hubo en su honor. Cantaban la canción que hizo famosa el cantante español Raphael, “Hoy para mí es un día especial, saldré por la noche.” En las tiendas de autoservicio los “cerillos” empacadores de servicio estaban felices porque aseguran que ahora sí habrá dinero. Es el Robin Hood de los pobres.