Se ha manipulado
entre la clase polÃtica
veracruzana el
concepto verdadero
de lao que entraña
la amistad. En los
últimos meses los
senadores José Yunes
Zorrilla y Héctor
Yunes Landa,
de manera singular
este último, insiste
de los estrechos lazos
de afecto que existen
entre los dos polÃticos
colocados como los
más fuertes aspirantes a la gubernatura de Veracruz.
La amistad es un comercio desinteresado entre
semejantes o también se podÃa afirmar, que sólo un
buen amigo es capaz de comprender, que su presencia
puede llegar a molestarnos.
Si bien es cierto que de acuerdo a las encuestas y
por su actitud de rechazo al gobierno de Javier Duarte
de Ochoa, es el legislador Yunes Zorrilla, el que está
mejor posicionado, también podrÃamos afirmar que
en el fondo, para el exalcalde de Perote, no le interesa
una gubernatura de dos años, que a todas luces resulta
inconveniente para cumplir con el anhelo de servir
a Veracruz.
A quien le puede interesar un gobierno de dos años,
cuando desde el primer dÃa de su administración ya
se está mencionando quién debe ser él que lo suceda.
Es el mismo tiempo de tensión electoral que se vive en
estos dÃas en el gobierno de Duarte de Ochoa. Todo
Veracruz habla de l cambio.
Nadie espera nada cuando el final es inminente.
De allà que el camino de los priÃstas esta abierta
la candidatura para el choleño Héctor Yunes Landa.
Va sólo el senador priÃsta, por eso, el gobierno y la
familia polÃtica de Duarte de Ochoa, ya se declararon
abiertamente por su postulación.
Lo difÃcil es lo que viene. La mayorÃa de la ciudadanÃa
veracruzana no quiere nada que tenga el odorante
pestilente del Revolucionario Institucional.
Ya se vivió en las pasadas elecciones donde sólo se
ganó en las comunidades agrarias donde el hambre y
la pobreza imperan y se puede comprar el voto.
En las ciudades donde existe la clase pensante el
rechazo es absoluto y hasta candidatos desconocidos
obtienen el triunfo por el repudio generalizado hacia
el partido polÃtico en el poder.
La podredumbre del sindicalismo
Se ha hecho mucho escándalo con el lÃder magisterial
de la sección 22 del CNTE en Oaxaca, porque gana
cien mil pesos mensuales y no es por dar clases, sino
por hacer polÃtica. Estos dirigentes sindicales no
actúan solos. Se amparan en una compleja red de
poder y complicidades polÃticas.
No es nada nuevo si se compara con las riquezas
multimillonarias de Carlos Romero Deschamps, Elba
Esther Gordillo, VÃctor Flores o Fernando Espino.
¿Qué favores deberán tener los polÃticos encumbrados
de México para mantener durante décadas a
estos lÃderes del sindicalismo?
Al parecer son intocables a menos que haya una
deslealtad o abuso de confianza. Las razones polÃticas
para encarcelar y castigar a la Gordillo, que
nos recuerda la venganza de Carlos Salinas, con el
lÃder petrolero de Hernández Galicia que votó por
Cuauhtemoc Cárdenas.