La encuesta de María de las Heras, que colocó a la vanguardia en la intención del voto la candidatura priista al senador José Yunes Zorrilla, se empezó a publicar en el Diario del Istmo de Coatzacoalcos, al mismo tiempo que en IMAGEN del puerto de Veracruz. Al día siguiente se dio a conocer en el Dictamen, un día después en el AZ y al final en el curso de la misma semana, en el periódico Notiver.

Lo extraño es que son medios, algunos afines al gobernador Javier Duarte de Ochoa y otros, totalmente en abierta oposición al gobierno.

Se puede afirmar que el legislador peroteño ha sido un fuerte crítico de la actual administración estatal. Quien a medida que pasan las semanas sube el tono de su reprobación hacia la forma como se gobierna. Actitud que le ha permitido crecer, ya que la población veracruzana lo que busca es la persona quien le garantice que habrá un cambio.

Es el aspecto mediático lo que afectó al senador Héctor Yunes Landa, que de discerniente y censor de la administración estatal, se transformó en defensor y apologista, lo que provocó la sensible baja en la intención del voto.

Qué hay detrás de esta singular e inexplicable estrategia de comunicación. El celo periodístico de la exclusividad y de ser los primeros en dar a conocer algún hecho noticioso desapareció en esta singular ocasión.

El silencio del senador Héctor Yunes que se caracterizaba por ser un político extrovertido, es el otro aspecto de lo insólito y del sorprendente suceso de la publicación programada de la casa encuestadora de María de las Heras.

Si bien el choleño aseguraba que contaba con encuestas que le aseguraban que tenía una gran ventaja. Él mismo reiteraba, que si alguien demostraba que estaba arriba en estas modernas metodologías de investigación, él las aceptaría y se sumaría a esa candidatura del político priista que lo superara.

Este estudio de opinión que favoreció a Yunes Zorrilla, al parecer ha sido aceptada por los diversos sectores y por algunos protagonistas que deciden el rumbo del Revolucionario Institucional.

Políticos reprobados

A la clase política no se le dan las matemáticas. En la cuestión de los números siempre saldrían reprobados.

El diputado panista Juan Bueno Torio asegura que los dos millones que va a recibir como bono del término de su gestión legislativa, pertenecen al diez por ciento de su salario, suma que decidió ahorrar cuando recibió su primera dieta.

De acuerdo a estos números, el cordobés debió de haber tenido un sueldo de 555 mil pesos mensuales, es decir 18 mil 518 pesos diarios.
No es raro lo que le ocurre a Bueno Torio, todos los políticos aseguran que las lujosas residencias y los caros automóviles que poseen son producto de sus ingresos como burócratas.

Afortunadamente en México los servidores públicos son los mejores pagados en el mundo. ¿O, qué otra explicación?