Con todo y la asociación con la que ha trabajado Gerardo Buganza Salmerón, y que le ha valido para formar de alguna forma su capital político, el secretario de Gobierno no dejará la secretaría de Gobierno para competir como candidato ciudadano.
Si bien no es priista y renunció al que era su partido, Acción Nacional, el cordobés le hace mucha falta al que gobierna Veracruz en el cargo que actualmente ostenta, cuidando la paz social al frente de la secretaría de Gobierno.
Y es que es en este cargo donde más ha demostrado su eficacia, sin soslayar el trabajo realizado al frente de la secretaría de Infraestructura y Obra Pública, SIOP, donde más bien buscó generar transparencia y un manejo honesto en la dependencia, lo que también le ha dado bonos.
Buganza vivió la experiencia de haber participado como candidato a gobernador por el PAN, contra Fidel Herrera Beltrán, con quien perdió apenas por 23 mil votos. Y cuando quiso volver a incursionar para este sexenio fue zancadillado por Miguel Ángel Yunes Linares con el entonces, presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Por ello se cree que a pesar de sus méritos, en todo caso, el ex candidato a gobernador le sería más útil al ejecutivo estatal entrarle como priista a la contienda interna y salir abanderando del tricolor. Pues tiene una estructura a su favor que demostró en las elecciones del 2004 por muy poco llegar a gobernar si no tuviera a un gallo enfrente como lo fue Herrera Beltrán. Además de que ha hecho migas al interior del gabinete y desde la posición de la Segob también ha amalgamado políticamente con organizaciones políticas y sociales.
Quien también se apunta en la carrera pues ya dijo que sí le interesa la mini gubernatura es el titular de las SIOP, Tomás Ruiz González. Se suma a por lo menos cuatro o cinco aspirantes enlistados, y si no se quiere desbocar el gabinete, el gobernador veracruzano tendrá que ir poniendo orden.
Los resultados de las elecciones pasadas ha despertado el gusanito de más de uno, pues si algunos creían que se iba a volcar el voto de castigo contra el tricolor, una marca desgastada como lo reconoce el mismo gobernador por el costo político de las reformas y otras acciones emprendidas por el gobierno emanado de ese partido, el escenario de un Veracruz casi en su totalidad pintado de rojo los alienta para querer ser el candidato en el 2016. Y gobernar aunque sea por dos años.
MUY EN CORTO
PLAGIAN EMPRESARIO. Tal parece que la delincuencia esperaba solo que pasara el proceso electoral para volver a las andadas. Hace unos días se habló del intento de secuestro del transportista, Mario Olvera de Gasperín en Córdoba que ya se dijo puede provenir de uno de sus empleados, lo que si se confirma es un plagio en la conurbación.
Lamentablemente este martes por la tarde fue interceptado un conocido empresario dueño de una cadena de pastelerías en Veracruz y Boca del Río. Aún cuando se ha mantenido en total hermetismo el asunto, el hecho mantiene en la zozobra a cercanos hombres de negocio que saben de ello.
Aún cuando no se sabe si se ha pedido la intervención de las corporaciones policiales, lo más seguro se haya solicitado que se mantengan al margen, tanto el Fiscal General como el secretario de Seguridad Pública tienen o tendrán mucho trabajo.
No obstante, ojalá así sea, el dueño de las pastelerías sea liberado por negociación directa, los funcionarios enfrentan un nuevo dolor de cabeza. El paquetito no es cualquier cosa.
A JULEN LE URGE. “Que manden la propuesta ya”, más que exclamar reclamó así Julen Rementería del Puerto, diputado local del PAN ante algunos comunicadores.
Esto en referencia a que el próximo 9 de julio vence el plazo para armonizar el Código Electoral de Veracruz con las reformas constitucionales en la materia.
El 10 de octubre de este año inicia formalmente el proceso electoral local 2015/2016 para renovar la gubernatura de Veracruz y el Congreso del Estado, ambos para un periodo de dos años por única ocasión, y 90 días antes de esa fecha ya no se pueden hacer reformas electorales.
Según el legislador del albiazul no se quiere que pase lo que ha ocurrido con otras leyes como la de Educación y la Ley de Pensiones del Estado, que turnaron a comisiones de última hora y no da tiempo para su análisis.
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