Todo lo que se diga sobre que el PRI ganó la mayoría de los distritos, que si el PAN apenas alcanzó la mitad de los sufragios con los que se alzó el tricolor en Veracruz, y del destino de los diversos actores políticos, lo cierto es que la euforia por las elecciones ya se debe hacer a un lado, al menos por los comicios federales. Hay mucho por hacer.
Se da sin embargo, con este circulo cerrado, paso a los tiempos preelectorales por la gubernatura, jornada que se desarrollará el próximo año, sin embargo es algo que más tiene que ver con una contienda interna hasta enero o febrero en que los aspirantes deberán definirse por cada partido político.
Por ello, propios y extraños deben velar por los intereses ciudadanos, y no arrancar una pelea entre tal o cual aspirante que en nada ayuda a los veracruzanos, sino tratar de devolver la certidumbre que se ha perdido entre los votantes.
Es hora de terminar con luchas estériles en política y no restarle importancia al bienestar emocional del imaginario colectivo.
El PRI, PAN y PRD principalmente gozan de una falta de credibilidad entre la población, peor es el hartazgo generalizado también hacia todos los partidos políticos, y casi cualquier candidato que enarbole una bandera entre ellos.
Por eso, alcanza mayor perspectiva la posibilidad de que despunte un candidato ciudadano como sucedió en Nuevo León, pero la pregunta es si en Veracruz habrá alguno con esa talla para superar de calle a cualquiera de los Yunes rojos o azules, o a cualquier otro de los afines al fidelismo y al duartismo que vayan por esos partidos ya rechazados por la población.
Es hora de darle la vuelta a la página.

MUY EN CORTO
CONCIENCIAS NEGRAS. La diputada local con licencia, Anilú Ingram Vallines, quien seguramente deberá reintegrarse a la Legislatura local tras la derrota en el distrito XII donde buscó ser diputada federal, agradeció, en la pasada rueda de prensa del fin de semana ante los medios de comunicación, el apoyo recibido de los electores que votaron por ella y el PRI, así como quienes sí fueron leales a la causa.
Cuando fue cuestionada sobre las traiciones sufridas y por las que no pudo lograr más de diez mil votos que le hubieran dado sin problemas el triunfo, la porteña expresó que “allá ellos y su conciencia”. Aceptando tácitamente lo que ya se ha dicho sobre quienes conformaron su equipo y le jugaron chueco.
Dejando a un lado al subsecretario de Gobierno, Marlon Ramírez, la lista la componen el secretario del Ayuntamiento, Daniel Galindo; el suplente de la presidencia municipal, Rafael Gil, y el funcionario del DIF, el director de Gobernación, Aldo García, y quien tuviera la estructura electoral a su cargo, Juan Mendoza Alba.
Pero es insoslayable la pregunta: Y cuál es la responsabilidad del alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil?, si como primer priista en la ciudad es el jefe político. Muy sencillo debió prever la traición. O simplemente se hizo de la vista gorda. Sería más delicado afirmar que hasta la consintió. Pero eso es solo simple sospecha.

TONA. A RÍO REVUELTO. Dice el dicho que unos a la pena y otros a la pepena. O que a río revuelto ganancia de pescadores. Esto se puede aplicar al diputado local Tonatiuh Pola Estrada quien se le ha visto movilizarse en los medios, lamentando la derrota de su partido en los distritos XII y IV, para jalar reflectores a su persona.
Para nadie es un secreto que el ex comunicador sueña con ser alcalde del puerto jarocho, algo que tras los resultados se ve lejos para todos, menos para él. Todo indica que el neopriista ha empezado a ver posibilidades y se está aferrando a buscar la Presidencia Municipal a toda costa.
Es por eso que aprovechó la derrota de Anilú Ingram Vallines, que parecía, hasta hace poco, la candidata a la alcaldía natural, para sumar la caballería al Subsecretario de Gobierno, Marlon Ramírez, otro de los aspirantes, quien es culpado por la derrota.
Como sea, pero las circunstancias dejaron muy mal parados a los aspirantes. Ahora, la pregunta es si de verdad Pola Estrada cree que de manera seria, podría aspirar con la silla en el Palacio Municipal.