Hay ciertas vidas en la política que son paralelas. Es el caso de Rosario Robles y Alejandro Encinas. La primera se quedó con el gobierno de la ciudad de México cuando el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas buscó la presidencia de México. Alejandro Encinas también fue el sustituto de Andrés Manuel López Obrador, cuando fue candidato al mismo cargo de su antecesor.

El senador perredista denunció ante la Auditoría Superior de la Federación, Secretaría de la Función Pública y la PGR del desvío de recursos por 500 millones de pesos al estado de Veracruz de la Secretaría de Desarrollo Social, cuyo titular es precisamente Rosario Robles.

En un video de duración de media hora da soporte a esta seria acusación y al mismo tiempo entregó una carpeta de archivos con imágenes de documentos de control interno, correos electrónicos, formatos y facturas de supuestos beneficiarios, así como videos testimoniales de personas como gestores de la dependencia estatal.

Todo apunta como culpable directo a Marcelo Montiel, titular de la delegación federal, quien recibiera esos recursos públicos bajo el programa de la Cruzada Nacional contra el Hambre y los canalizara a otras actividades de apoyo a las campañas electorales.

El exalcalde de Coatzacoalcos debe estar arrepentido de no haber aceptado la candidatura a la diputación federal y al menos tener la posibilidad de refugiarse dentro del fuero y no vivir con la zozobra de un largo período bajo la sombra.

Se encuentra el hombre de Naranjos en el centro de una tormenta política más seria y grave de la que sorteara el entonces delegado, Ranulfo Márquez, quien fuera despedido a pesar de que no estuvo presente en el evento donde se aprobaban dichas acciones ilegales.

Acto que le costara a Salvador Manzur el olvido de su aspiración a gobernar la entidad.

La situación que ahora se confronta es muy diferente, ya que se encuentra en el curso de un reñido proceso electoral con normas más estrictas establecidas por el Instituto Nacional Electoral.

Dan como un hecho que esta acusación bien fundamentada por el senador Alejandro Encinas la van a tomar como bandera los partidos políticos del país. Hasta el propio CEN del PRI puede alegar que desconocía las actividades que se realizaban en esa dependencia, cuyo titular es Marcelo Montiel. Ya también lo desconocieron los diputados locales a través de su vocero Tonatiuh Pola.

Existen elementos suficientes que permiten acreditar como opera el desvío de recursos públicos a favor de un partido político.

Veracruz en la mira

Al trascender como opera el cártel más poderoso del país el denominado Jalisco, Nueva Generación, tanto las autoridades federales como las estatales reconocen que está infiltrado en el estado de Veracruz.

En el pasado primero de mayo demostraron su capacidad de movilización y el elevado número de miembros que lo integran al realizar decenas de bloqueos a la ciudad de Guadalajara, la segunda urbe más importante del país.

Es el grupo delincuencial que tiene mayores recursos económicos, ya que solo del robo de combustibles obtiene más de cuatro millones de pesos diarios.