El delegado del PRI
en el estado de Oaxaca,
exgobernador
de Veracruz, Fidel
Herrera Beltrán fue
visto por reconocidos
miembros de la
sociedad porteña
visitando a lideresas
de la zona conurbana
del puerto de Veracruz,
entregando
dinero para que se
movilicen en apoyo
a su candidata particular
Carolina Gudiño
a la diputación
federal por el distrito
de Boca del Río.
El Tío Fide no tiene por qué disfrazarse con chamarra
y gorra para que no lo reconozcan personas
ajenas a sus contactos políticos a los que subsidia
con recursos públicos de la entidad. Obviamente no
salieron de sus bolsillos.
Debe resultarle difícil ocultar su rostro y pasar
desapercibido cuando durante su sexenio se auto
promovió con espectaculares de su fisonomía a lo
largo y ancho de la entidad, y exigía la portada diaria
de algunos medios impresos.
Su compromiso con el CEN del PRI era trabajar en
la entidad vecina de sus amigos-socios, los exgobernadores
Ulises Ruiz y José Murat. Si bien es cierto no
fue bien recibido por los propios priistas oaxaqueños
que lo corrieron de la sede estatal de ese organismo.
El cuento priísta
La narcoviolencia desatada en Jalisco prendió los
focos rojos en el estado de Veracruz. Ricardo Anaya,
coordinador de los diputados del PAN advirtió
que “nos vendieron el cuento sobre el gobierno de
los priístas que la estrategia había cambiado y que
estábamos mejor, pero la realidad es otra y los delitos
en Veracruz se han disparado, donde se ha duplicado
el secuestro y la extorsión”.
Preocupa a los azules la realización de los comicios
por la fuerza demostrada por los diversos cárteles
de la droga que operan en el país.
La intromisión del embajador
Es extraño que un
embajador de los Estados
Unidos realice
comentarios sobre la
impunidad que existe
en nuestro país
sobre la violencia y
crímenes de periodistas
ocurridos en
nuestro país.
El diplomático
Anthony Wayne
exige que haya una
mayor protección a
los profesionales de
la comunicación. En
las últimas fechas
existe una manipulada
corriente
noticiosa sobre los
asesinatos ocurridos en la entidad veracruzana.
Un tema que fue explotado por los principales conductores
de noticieros de televisión.
Cuando se creó la Comisión de la Defensa de los
Periodistas fue una petición formulada al entonces
gobernador Fidel Herrera en el curso de una cena
realizada en el Colegio de Periodistas de Veracruz.
Dicha institución quien diera grandes resultados
la presidió el destacado jurista Gerardo Perdomo,
con un presupuesto anual de tres millones de pesos.
En los primeros días de cada mes de reunían
los miembros de esta comisión con destacados
periodistas de la entidad quienes conformaban el
consejo rector donde se analizaban los casos que
habían afectado a los reporteros veracruzanos y la
inmediata solución a esta compleja problemática
de los comunicadores.
Todos los miembros eran honorarios al igual que
los componentes del Colegio de Periodistas, que
creara el entonces gobernador Miguel Alemán, el
veracruzano más influyente en el gobierno de Peña
Nieto.