Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Cosas de la memoria
2015-01-03 | 21:47:11

El recién casado quedó en éxtasis cuando al empezar la noche de bodas vio por primera vez al natural a su flamante mujercita. Exclamó arrobado: “¡Qué cuello! ¡Qué hombros! ¡Qué senos! ¡Qué cintura! ¡Qué caderas! ¡Qué muslos! ¡Qué piernas!”. Le dijo con impaciencia la muchacha: “A lo que venimos, Vehementino. El inventario lo puedes realizar después”...

El premio a la presencia de ánimo se lo llevó la señora que para la cena de Navidad preparó un hermoso pavo. Cuando la criadita entró con él resbaló y cayó con todo y pavo ante la consternación de los invitados. Con toda calma le dijo la señora: “No importa, Famulina. Llévate ese pavo a la cocina y trae el otro”...

El famoso artista ciego fue invitado a compartir la cena de Año Nuevo con los socios y socias del Club de Nudistas Veteranos. Al comenzar el ágape el artista se sintió obligado a pronunciar un brindis, de modo que, puestos todos en pie, dijo lo primero que se le ocurrió.

Al terminar le dijo a su compañero de asiento: “¡Qué personas tan amables son estos nudistas veteranos! En realidad no dije nada, y me tributaron unos aplausos ensordecedores”. “No fueron aplausos -le corrigió en voz baja el otro-. Es que se sentaron”...

El socio de otro campo nudista le dijo a la ingenua chica recién llegada: “No, señorita. Los hombres no tenemos las pompas azules. Lo que pasa es que hace mucho frío, y las bancas del jardín son de metal”...

En la clase de catecismo preguntó la señorita Peripalda: “Dime, Pepito: ¿quién fue la madre de Moisés?”. Respondió el niño: “La hija del Faraón”. “Te equivocas -le indicó la catequista-. La hija del Faraón encontró al bebé flotando en una canasta sobre el Nilo”. “Bueno -replicó Pepito con una sonrisa-, eso es lo que ella les dijo a sus papás”...

Don Paz y don Florino, hermanos de edad más que madura, contrajeron matrimonio son sendas damas también entradas en años, si bien no tanto como los senescentes galanes. Las dos parejas decidieron ir todos juntos a su luna de miel.

A la mañana siguiente de la noche de bodas don Paz le dijo muy preocupado a su hermano: “Tendré que ir al médico. Anoche tuve problemas con eso del sexo”. Replicó don Florino más preocupado aún: “En ese caso yo tendré que ir al siquiatra. Ni siquiera me acordé”...

El doctor Ken Hosanna le ordenó a Empédocles Etílez: “Debe usted dejar de beber. Los análisis muestran que en su sangre hay un 90 por ciento de alcohol”. “Imposible, doctor -negó el temulento-. No creo haberme comido un 10 por ciento de botana”...

Nalgarina Grandchichier, vedette de moda, leía una revista femenina. Junto a ella estaba su amiga Pomponilia, vedette también, como ella. “Dime -preguntó Nalgarina-. ¿Es posible amar a dos hombres al mismo tiempo?”. “Amarlos quién sabe -respondió Pomponilia-. Pero hacerles el amor sí es posible”...

Un tipo le preguntó a su amigo: “¿Qué hiciste en los días de Navidad?”. Respondió éste: “Llevé a Himenia, mi hermana soltera, a todas las tiendas donde había un Santa Claus recibiendo cartitas de los niños”. El otro se sorprendió: “Tu hermana Himenia tiene 45 años”. “Ya lo sé -admitió el amigo-. Pero es capaz de cualquier cosa con tal de sentársele en las piernas a un hombre”...

Al empezar la noche de las nupcias la noviecita le dijo a su galán: “Tú eres el primer hombre para mí. ¿Soy yo la primera mujer?”. “Es muy probable -respondió pensativo el muchacho-. ¿Estuviste en Las Vegas la noche del 15 de septiembre del año 2008?”...

Una mujer llegó al consultorio del doctor Wetnose, reputado ginecólogo, y le pidió que la viera de inmediato. El facultativo la hizo pasar y le preguntó: “¿Qué le sucede?”. Respondió ella: “Mi esposo es un jugador compulsivo. Todo el dinero que cae en sus manos lo apuesta en el casino, y siempre pierde.

Ayer recibí una herencia de 10 mil dólares que me dejó una tía. A fin de evitar que mi esposo me quitara el dinero para apostarlo me lo escondí en la parte que usted sabe, y cuando quise sacarlo no pude”.

“No se preocupe, señora -la tranquilizó Wetnose-. En un momento resolveré su problema. Tiéndase usted en la camilla y exponga la susodicha parte”.

Obedeció ella. El médico encendió su lámpara y tomó unas pinzas. “Antes de proceder, señora -le pidió a la mujer-, dígame qué estoy buscando. ¿Cheque o efectivo?”. FIN.







mirador

armando fuentes aguirre


Historias de la creación del mundo.

Adán vio que el Creador trabajaba afanosamente. Le preguntó:

-¿Qué haces?

Contestó el Señor:

-Estoy haciendo el Año Nuevo.

Adán quedó desconcertado.

-No entiendo -declaró-. Dices que es un año nuevo, pero yo lo veo igual que todos los demás que has hecho antes.

-Es cierto -reconoció el Padre-. Todos los años que hago son iguales. Quizás alguna vez el hombre entenderá que es él, y no Yo, el que debe hacer que el año sea en verdad nuevo.

¡Hasta mañana!...


manganitas

por afa


“...La cuesta de enero...”.

La pregunta sin respuesta

yo la formulo primero:

esa tal cuesta de enero

la verdad ¿cuánto nos cuesta?

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