Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
¿‘Traje’ para un marino?
2014-12-12 | 10:05:41
Eran alrededor de las 10:15 de la mañana de
este jueves 11, cuando el gobernador Javier
Duarte de Ochoa recibió un mensaje de texto
en su teléfono celular, en el que le informaban
sobre el pronunciamiento que en esos instantes,
en una conferencia de prensa, convocada
en un salón de un céntrico hotel de Xalapa,
hacía el senador priista José Francisco Yunes
Zorrilla sobre la iniciativa de reforma
político-electoral que el día anterior había
enviado el jefe del Ejecutivo del estado al
Congreso local.
–“Pepe Yunes, bien. Pepe es mi amigo. Yo
lo quiero mucho”, dijo Duarte, en un tono
que intentó ser afable, a los comensales que
esa mañana fueron invitados a desayunar
con él en el domicilio particular del político
sureño Carlos Brito Gómez, entre los cuales
había media docena de periodistas, cinco
exdirigentes estatales del PRI y una quinteta
de colaboradores y exfuncionarios duartistas
que estarían por ser postulados como candidatos
a la diputación federal a principios del
año próximo.
Sin embargo, manifiestamente molesto
por la propuesta de elegir en 2016 a un gobernador
para un mandato de solo dos años
–con el propósito de homologar la elección
del Ejecutivo del estado con la sucesión presidencial
y comicios federales a partir del año
2018–, Yunes Zorrilla descalificó la iniciativa
de reforma política-electoral de Duarte, al
considerarla “inoportuna, inconsecuente y lesiva
para las finanzas del estado de Veracruz
en estos momentos y contexto económico y
político nacional”.
El senador nativo de Perote cuestionó que
“si esta iniciativa no promueve la estabilidad
económica y política sería bueno saber qué
es lo que promueve y de todo corazón deseo
que los cálculos no les fallen, que la cuentas
las tengan claras para poder alcanzar este
objetivo para quien lo promueve, superior a la
estabilidad política y económica del estado”.
Y, en una expresión que sonó a reproche,
Pepe Yunes refirió que en todo momento,
como senador de la República, ha respaldado
las acciones e iniciativas del gobierno de
Veracruz, sin embargo puntualizó que en este
momento la propuesta de reforma representa
una marcada diferencia. “Lo hemos acompañado
puntualmente cuantas veces nos
ha convocado. Estamos sin lugar a dudas en
sintonía cuando los temas son de Veracruz,
y, hoy, evidentemente hay una marcada diferencia
con respecto a la iniciativa que marca
porque simple y llanamente no veo cuáles son
los objetivos y propósitos de utilidad para la
vida democrática y política del estado”.
Empero, pese a su manifiesto malestar,
nadie cree que Yunes Zorrilla se atreva a
romper políticamente con Duarte, cuya
campaña electoral coordinó en la sucesión
gubernamental de 2010 luego de que accedió
a declinar a favor de la precandidatura del
exsecretario de Finanzas y Planeación, con
el cual coincidió en la Cámara de Diputados
del Congreso de la Unión en la LXI Legislatura
federal. Dicho sacrificio y disciplina le
valió que en 2012 Duarte lo apuntalara como
candidato del PRI al Senado de la República
en la primera fórmula, nominación que públicamente
impugnó el otro aspirante a senador,
Héctor Yunes Landa, otro fuerte precandidato
a la gubernatura que también se pronunció
en contra de la reforma duartista.
Por eso ahora, a diferencia de Yunes Landa,
el gobernador Duarte le ha dado todas
las facilidades a Yunes Zorrilla para hacer
activismo político por el estado con el abierto
apoyo de la estructura territorial y nomenclatura
priista, lo cual quedó demostrado en
el informe de labores legislativas que realizó
el exdiputado federal de Coatepec y exalcalde
de Perote en el World Trade Center de Boca
del Río el domingo 26 de octubre, lo que
según recientes encuestas levantadas por
Parametría y la Universidad Veracruzana le
han permitido posicionarse como el puntero
de los aspirantes del PRI a la gubernatura,
rebasando supuestamente a su compañero
de escaño, Héctor Yunes, quien hasta abril
de este año lideraba los sondeos.
Aunque no lo dijo expresamente, pero el
gobernador Javier Duarte está consciente
de la ventaja que en la carrera por la próxima
gubernatura llevan ambos senadores
en estos momentos, pues en el desayuno en
casa de Brito Gómez uno de los comensales
le preguntó sobre las posibilidades que tendrían
para sucederlo en 2016 algunos de sus
colaboradores que esa mañana le acompañaban
–el secretario de Gobierno, Erick Lagos
Hernández; el titular de la SEV, Adolfo Mota
Hernández, y el coordinador general de Comunicación
Social del Gobierno del estado,
Alberto Silva Ramos, quien actualmente son
perfilados para contender el año entrante a la
diputación federal por los distritos electorales
de Acayucan, Xalapa Rural y Tuxpan–, a
lo que el mandatario veracruzano respondió
lacónicamente que “quien sabe si les alcance”
para ese entonces.
Duarte de Ochoa dejó en claro que su iniciativa
de reforma política-electoral cumple
milimétricamente con la federal –que, ¡oh,
paradoja!, aprobaron en el Congreso de la
Unión ambos senadores que ahora descalifican
la homologación local–, y que contra
lo que opinan algunos de sus detractores no
fue hecha a la medida de ningún amigo, compadre
o colaborador suyo porque él no tiene
ningún favorito para sucederlo en 2016, ya
que el candidato deberá ser quien tenga méritos
suficientes, esté mejor posicionado en
las preferencias ciudadanas y logre la mayor
cohesión dentro y fuera de su partido, aunque
no sea “mi amigo”.
Y, en ese sentido, recomendó a los periodistas
y analistas políticos presentes que no
pierdan de vista al exsecretario de Marina-
Armada de México, Mariano Francisco Saynez
Mendoza, quien habría aceptado ser
candidato del PRI a diputado federal aunque
todavía está por definirse si contenderá por
el distrito del puerto de Veracruz o por el de
Boca del Río.
El almirante Saynez Mendoza, a propuesta
del gobernador Duarte de Ochoa, recibió
el pasado 3 de diciembre en el Congreso local
la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” por su
contribución y apoyo al exitoso programa
“Veracruz seguro” que en 2011 se implementó
inicialmente en la zona conurbada
Veracruz-Boca del Río para contener al
crimen organizado.
¿Alguien se imagina a este representante
de las Fuerzas Armadas gobernando Veracruz,
aunque sea por dos años? Sería un gran
apoyo desde esta entidad para la cuestionada
administración del presidente Peña Nieto,
quien sigue batallando con la inseguridad.
Claro, primero habría que ver si Saynez gana
la elección federal de 2015.

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