Existen mayores controles para supervisar los recursos públicos y uno de ellos es la vigilancia del patrimonio declarado de los funcionarios estatales, de allí la puntual comunicación del contralor Ricardo García Guzmán sobre que 110 miembros del gobierno estatal no han entregado la justificación de lo que poseen y de acuerdo a sus bienes debe coincidir con los salarios obtenidos como burócratas.
Es notoria la riqueza que presumen los miembros de gabinete, las casas en los campos de golf en la ciudad de Jalapa, ha sido motivo de reportajes periodísticos, donde se establece una denigrante competencia de quien ha gastado más dinero en sus suntuosas residencias. Ha trascendido que hasta gastos de cirujanos plásticos para embellecer a secretarios, los cuales fueron cubiertos con estos recursos.
Hay un dicho: lo más difícil de ocultar en esta vida es el dinero y el amor.
La declaración patrimonial es obligatoria y está contemplada en la Ley de Servidores Públicos, que precisa las diversas sanciones que van desde una amonestación hasta el cese del funcionario con un juicio de orden penal, ya que se trata de recursos que son del pueblo y la obligación de comprobar su destino.
Lamentablemente se han emitido en el actual gobierno 664 sanciones contra burócratas rateros, pero se mantienen los nombres en secreto bajo el resguardo de la clasificación confidencial. El tradicional encubrimiento de los gobiernos priistas.
No hay manera para los miembros de la alta burocracia estatal el comprobar la adquisición de lujosas propiedades, costosos bienes y el elevado tren de vida que desarrollan con viajes y personal a su servicio. Harry Grappa tiene en Playas del Conchal una residencia que ocupa una manzana. Posible donación de su subsecretario Guillermo Herrera.
Según García Guzmán en esta situación se encuentran más de cien funcionarios del gobierno de Javier Duarte de Ochoa que no han entregado esta declaración, cuando el proceso de recepción terminó el pasado día 31 de mayo.
Con la caída de un solo pez grande se lavaría parcialmente la imagen de corrupción que persiste en las esferas oficiales. Exhibir esta riqueza donde no se puede comprobar con los salarios que perciben (como prueba) para que dichos servidores públicos respondan ante la ley que impunemente violaron y sustrajeron dinero que nos les pertenece.

El verdadero control legislativo

Se ha presumido la existencia de un nuevo aire democrático con la asunción de dos perredistas-priistas como presidentes de las cámaras de diputados federales y de senadores. La nueva izquierda afiliada al gobierno federal fue la fotografía preferida durante el mensaje político publicitado del presidente Peña Nieto. Tenía a sus costados a Silvano Aureoles y Miguel Barbosa.
Ya le ofrecieron al diputado la gubernatura de Michoacán, si se porta bien.
En la coordinación política de ambas cámaras quedaron los destacados priistas, los compadres Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, dependencia legislativa que controla los recursos destinados al Congreso de la Unión. El verdadero poder que otorga el manejo del dinero.