Por Raymundo Jiménez
Columna: Al Pie de la Letra
Travestismo político
2014-01-31 | 08:17:30
En una carta dirigida anteayer a los editores y directores de los diversos medios impresos y de internet, donde esta columna política se publica, el senador Héctor Yunes Landa “lamenta” que en el texto titulado “Deslindes y definiciones”, del pasado miércoles 29, se haya realizado en este espacio “una larga cadena de conjeturas” a partir de nuestra “presunción” de que el aspirante priista a la gubernatura “ya habría pactado con Fidel Herrera Beltrán”.
La reacción de Yunes Landa es entendible, pues nuestras “conjeturas” a las que se refiere aludían al desastre financiero y de inseguridad que en diciembre de 2010 dejó en Veracruz el exgobernador y lanzábamos la interrogante de que si “¿acaso habrá que organizar un grupo de autodefensa contra Herrera Beltrán y su candidato dentro de dos años?”
Además, argumentábamos que “habrá que ver si en 2016 el presidente Peña Nieto, quien lucha denodadamente por corregir la distorsionada imagen colombianizada de México en el extranjero, permite que su partido postule al gobierno de Veracruz a un candidato copado por grupos y personajes ligados en el pasado reciente con la delincuencia organizada”.
Y añadíamos que “en ese sentido habría que entender también el posible veto del gobernador Duarte de Ochoa, a quien por compromisos de naturaleza política-electoral representaría un serio riesgo de ‘michoacanizar’ a Veracruz después de la cruenta batalla que en estos tres años el sucesor de Fidel Herrera ha tenido que dar al grupo criminal empoderado el sexenio anterior”.
Igualmente referíamos que por esa aparente razón, los demás aspirantes del PRI a la gubernatura se han ido deslindando del exgobernador Herrera. Y finalmente preguntábamos: “¿Héctor Yunes pintará también su raya o de plano continuará hasta emulando a Fidel…?”
En su carta, Yunes Landa rechaza nuestras “conjeturas” de su “presunto” acuerdo con Herrera Beltrán y afirma que “el único pacto que tengo es con la sociedad veracruzana”. Sin embargo, nuestra presunción no se debe a una invención sino precisamente a nuestra cautela por creer la versión que sus propios simpatizantes, amigos y promotores de su anticipada precampaña se han dedicado a divulgar y que él no se había atrevido a desmentir porque en otros espacios periodísticos ha sido objeto de adulación y no de cuestionamiento y preocupación.
Este martes 28, por ejemplo, el acucioso periodista Arturo Reyes Isidoro –quien en la administración de Herrera fungió como Jefe de Prensa–, en un texto titulado “Los Yunes, uno azul, otro, rojo”, luego de aludir al estilo de realizar precampaña política del senador, tan similar al del exgobernador, el autor de la leída columna “Prosa Aprisa” hace la siguiente referencia y aseveración:
“En el proceso sucesorio de 2010, Héctor Yunes Landa aspiró, con todo derecho, a ser el candidato de su partido a la gubernatura. Fidel no solo lo vetó sino que lo persiguió, le cerró todos los medios informativos y todos los espacios políticos del estado. Y lo denostó hasta que quiso. Debe reconocerse la piel gruesa de Héctor y su habilidad política para sobrevivir entonces y para reponerse ahora, a grado tal que hoy es senador, pero además un prospecto con mucha viabilidad para ser el próximo gobernador de Veracruz, posibilidad real que solo le disputa el otro senador veracruzano, su sobrino putativo José Francisco Yunes Zorrilla, con quien, por cierto, tiene un pacto personal de no agresión.
Tan hábil que el comentario no desmentido, hasta ahora, es que Héctor y Fidel ¡ya son cuates!, que el tío Fide lo visita en el Senado, que Héctor le consigue naves para que vuele y se traslade, que ya pactaron un acuerdo, Fidel dándole todo su apoyo y el de las fuerzas que tiene y maneja en Veracruz, y Héctor haciéndole concesiones para cuando llegue.”
Pero Yunes Landa no se preocupó por desmentir esa afirmación. Sin embargo, la “presunción” hecha en esta columna acerca de su supuesto pacto con Herrera se apuró a negarla por los cuestionamientos y “conjeturas” preocupantes. “El riesgo de ‘Michoacanizar’ Veracruz, que veo que mucho te preocupa, no existe, al menos conmigo”, pretendió aclarar.
“No ha habido, no hay, ni habrá riesgo de ‘Michoacanizar’ a Veracruz. En mi trayectoria he dado reiteradas muestras de que la política del diálogo, de la pluralidad y la aplicación del estado de derecho son las bases de la Gobernabilidad democrática”, insistió el senador, implicado el sexenio anterior en un grave atentado a un periodista, quien al final de su carta, producto de su errónea interpretación de lo aquí escrito –pues en sentido irónico preguntábamos que si “¿acaso habrá que organizar un grupo de ‘autodefensa’ contra Herrera Beltrán y su candidato dentro de dos años?”–, respondió que “aún en la ficción, plantear la hipótesis de que en Veracruz se deben gestar autodefensas es asunto extremadamente delicado”.
Pero nuestra conjetura era porque el periodista Reyes Isidoro había afirmado sin ser desmentido que el legislador y el exgobernador “ya pactaron un acuerdo”, lo que por supuesto debió preocupar también a familiares tan cercanos a Yunes Landa, como sería el caso de su primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares, que motejó a Herrera Beltrán como el “Z-1” por sus presumibles vínculos con ese cártel de la delincuencia organizada, y su sobrino Fernando Yunes Márquez, actual senador del PAN, quien en octubre del año pasado presentó un punto de acuerdo ante el Pleno de la Cámara alta para pedir que la PGR les informara si ya había iniciado alguna investigación derivada de las declaraciones de un excontador del “Cártel del Golfo” que al testificar ante una Corte de Texas afirmó que en la campaña de 2004 entregó 12 millones de dólares a Herrera.
En ese aspecto, como exsubsecretario de Gobierno y excoordinador del Congreso local, Yunes Landa –quien ahora asegura haber cuestionado decisiones “cuando el entonces gobernador estaba en la plenitud de su poder, jamás a toro pasado”– tendría mucho qué decir no de sus desavenencias personales con el cuenqueño por la sucesión estatal de 2010 sino acerca de cómo fue que el sexenio pasado se permitió que la delincuencia organizada financiara campañas electorales, extorsionara a alcaldes, impusiera a jefes de tránsito y comandantes municipales de policía y penetrara hasta algunas dependencias gubernamentales del estado.
Pero de ello no dijo nada. Tampoco de su relación con el millonario constructor Fernando Padilla, quien no solo es el principal financiador de su precampaña sino puente con el exgobernador Herrera y con su poderoso primo Roberto Padilla, Secretario Técnico del Gabinete Presidencial.
Veracruz necesita políticos honestos y genuinos. Ojalá Héctor se atreviera a salir del clóset y dejar la subcultura priista del travestismo político, simulando lo que no es, pero que bien puede ser. Es un hombre carismático, muy ocurrente, de fina ironía y gran sentido del humor. Pero en 2016 los veracruzanos queremos elegir al mejor gobernador, no al Rey Momo del carnaval.

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