Por Catón
Columna: De política y cosas peores
De oportunidades a oportunistas
2013-12-27 | 09:38:53
Al día siguiente de la noche de bodas lo primero que hizo la flamante recién casada al despertar fue encender la televisión. “¿Qué haces?’’ -le preguntó su adormilado maridito. Contestó la desposada: “Voy a ver el noticiero. Mi mamá me dijo que anoche iba a pasar algo inolvidable’’...
Pepito estaba en el jardín de niños. Levantó la mano para pedir permiso de ir al pipisrúm. Regresó poco después, y con su acostumbrado desparpajo le dijo a la maestra: “No me la hallé’’. “Ve otra vez -le indicó ella. Volvió Pepito y repitió impertérrito: “No me la hallé’’. “A ver, Juanito –le pidió la profesora a otro niño-. Ve con Pepito y ayúdale’’. Regresó el niño con Pepito: “Yo tampoco se la pude hallar’’ -dijo. La maestra se asombró. Pero en ese preciso instante Pepito hizo un descubrimiento sensacional. “¡Maestra! -anunció alegremente-. ¡Ya descubrí por qué no me podía hallar la bragueta! ¡Traigo el pantalón con lo de atrás para adelante!’’...
Doña Jodoncia se topó en el súper con una amiga. Le dijo ésta: “Encontré ayer a tu marido, y se veía feliz’’. “¡Ah, canalla! -se enfureció doña Jodoncia-. ¡Pero me la va a pagar!’’...
El pretendiente le dijo al papá de su novia: “Don Poseidón: quiero pedirle la mano de su hija Rosilí’’. “No batalles –le respondió el genitor-. Búscala en mi bolsillo. Ahí la tiene siempre’’...
Dos individuos estaban en la cantina, perfectamente ebrios los dos. Uno le echó los brazos al otro y le dijo prorrumpiendo en llanto: “¡Compadre! ¡Su esposa no nos comprende!’’...
Al hacer el balance de este año encontraremos que lo más relevante de él, en lo tocante a nuestra vida pública, fueron el Pacto por México y los resultados que trajo consigo. Aun en los principios de 2013 nadie habría pensado que se podrían consumar cambios tan trascendentes como el de la reforma petrolera. Hacer esa reforma significó dar vuelta a una de las páginas más importantes de nuestra historia moderna, la relacionada con la expropiación que en 1938 hizo el Presidente Cárdenas. Junto con el triunfo de las armas nacionales sobre el ejército francés el 5 de mayo de 1862, ese fasto constituía una victoria de México sobre potencias extranjeras militarmente más fuertes y económicamente más poderosas. La primera fecha, las del 5 de mayo, seguirá celebrándose, sobre todo entre nuestros paisanos residentes en los Estados Unidos, que no pueden festejar con tanto brillo la Independencia porque en septiembre hace frío ya en muchas partes de Estados Unidos, y las compañías cerveceras norteamericanas, patrocinadoras en buena parte de esas fiestas, no pueden vender sus productos en la misma medida que en mayo, cuando se antoja ya una buena cervecita. Me pregunto, sin embargo, si el 18 de marzo seguirá siendo entre nosotros parte del ceremonial oficialista, o si discretamente se le irá olvidando poco a poco hasta que no quede memoria de esa fecha. Dos veces solamente todos los mexicanos se han unido sin distinción de clases sociales o de ideologías para celebrar un acontecimiento nacional: cuando Iturbide llevó a cabo la Independencia y cuando Cárdenas expropió el petróleo. De las dos que yo tenía nada más me queda una. Y ni siquiera es reconocida oficialmente. Cambian los tiempos, y las cosas cambian…
En la oficina, afanando entre la computadora y la calculadora, la curvilínea secretaria le comentó a su jefe: “¡Caramba, don Algón! ¡Qué impredecibles son los hombres!’’. “¿Por qué me dice usted eso, señorita Rosibel?’’ –se extrañó el ejecutivo. Respondió ella: “Cuando usted me dijo que nos quedaríamos hasta tarde en la oficina a trabajar pensé todo, menos que de veras nos quedaríamos a trabajar’’...
Una niñita tenía la costumbre de chuparse el dedo. Inútiles fueron todos los esfuerzos de su mamá para quitarle esa manía. Finalmente la señora decidió contarle una mentira útil. “Rosilita -le dijo con severidad-: si sigues chupándote el dedo te vas a inflar como un globo’’. A los pocos días llegó de visita una prima de la señora, que tenía ocho meses de embarazo. Le dijo la pequeña con sonrisa de complicidad: “¡Vas a ver, tiíta! ¡Ya sé lo que hiciste para estar así!’’... FIN.
MIRADOR
Armando FUENTES AGUIRRE
En aquellos discípulos dijo Hu-Ssong a su tiempo:
-Cierto día se encontraron el hombre más sabio del mundo y el hombre más ignorante del mundo. Dijo el hombre más sabio del mundo:
-Soy inmensamente sabio. No hay en toda la redondez del globo quien sepa más que yo. Tú, en cambio, eres el hombre más ignorante de la Tierra.
-Si eres tan sabio -contestó el ignorante-, responde a estas dos preguntas: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
El hombre sabio, que entre sus sabidurías tenía la de ser honesto, respondió:
-Eso no lo sé.
Y dijo el ignorante:
-Entonces, aunque yo no sea tan sabio como tú en las cosas pequeñas, en las cosas grandes eres tan ignorante como yo.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS. Por AFA.
“… Subirán los precios en 2014…”.
De manera contumaz,
en forma descomedida,
siempre el costo de la vida
va subiendo más y más.

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