El Secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández precisó en su comparecencia que un funcionario en su papel de encargado de la política interna, no se debe de ver, sino sentir, y creo sin temor a equivocarme que el señor funcionario ni se ve, ni se siente y es que la manifestaciones están a la orden del día, aunado a la fallida estrategia de utilizar a la policía estatal como medida radical, para disolver la manifestaciones, sustituyendo así el dialogo con la represión.

Luego se anotó otra puntada al señalar ante diputados locales que no son tiempos de protagonismo, ni afanes personales, pero los hechos son los que hablan por sí solos, y es que el dos de palacio de gobierno, no se pudo ver más protagónico con todos los acarreados que llevo al Congreso del Estado, ¡como sí dicho informe se tratara de su ansiado destape a la gubernatura!; el poder legislativo se encontraba abarrotado por grupos, sectores y organizaciones financiados por la SEGOB que intentaban ingresar para aplaudirle.

Y es que la estrategia de Lagos Hernández es clara, se mueve con aparente cautela, pero como lo hizo hoy en la comparecencia, lo hará en su momento, para destaparse como candidato al Gobierno de Veracruz; el trabaja bajo el agua con los grupos que financia desde la SEGOB, que van desde estudiantes, organizaciones campesinas, abogados, académicos, y demás sindicatos que una vez llegado el momento, saldrán a pronunciarse en su favor; él no lo hará, lo harán ellos.
Mientras tanto Erick intenta dar otra giro a su discurso e imagen y pretende ahora mostrar un trato cercano e incluyente, después de una imagen tibia, gris y hasta sumisa y según él en 4 meses lograra evitar que las manifestaciones lleguen a la capital, escuchando a la ciudadanía en sus comunidades, impidiendo con ellos que tengan que trasladarse a la capital para mostrar su inconformidad o insatisfacción ciudadana y así en el congreso presumió que en lo que va de su estancia en la Secretaria de Gobierno logro desactivar el 65 por ciento de las manifestaciones en Veracruz.
¡Si desactivar es usar la fuerza pública para bloquear el repudio o hartazgo de la sociedad entonces sí lo logro!, pero bloqueando manifestaciones con policías para evitar que los gobernados llegaran a la ciudad capital o bien permitiendo que sitiaran y se mantuvieran bajo el sol o la lluvia y se hartaran de no ser atendidos para luego retirarse y la peor estrategia ha sido la de agredir con toletes, caballos, perros y demás linduras.
Dice Lagos que en Veracruz se respeta la libre expresión de las ideas y así pintando, al igual que todos los secretarios de despacho, un estado que no existe, precisó que “siempre al diálogo seguirá más diálogo. El diálogo es la herramienta fundamental con la cual vamos a seguir construyendo las grandes acciones y los grandes acuerdos que necesita Veracruz; estamos preparados y entrenados para eso”.

Entonces prometió que en cuatro meses no llegará ninguna manifestación a la capital del estado, y presumió un flamante mapa de riesgo político en los 212 ayuntamientos, lo cual suena más a una vacilada que a una estrategia, cualquiera con los mínimos conocimientos en manejo de conflictos o atención ciudadana o bien política interna sabe que esa “táctica” es una falacia.
Según él, “el mapa de riesgos político detalla los posibles focos de inestabilidad y cuestiones serias”, anteponiendo una política preventiva y no reactiva; aquí y en China la única contención es y será el dialogo real y lo comentamos en su momento, salir de sus oficinas y escuchar, la gente quiere sentirse atendida, ¡al menos eso!, aunque no se satisfagan todas sus demandas.
Así es que si Lagos pretendía o pretende apantallar con su mapa de riesgos está más que equivocado, no se requieren de estrategas, sino de tacto, talento y vocación de servicio para escuchar las demandas de un pueblo cansado de ser reprimido.