El vitalicio “líder” del SNTE Juan Nicolás encauzado a dirigir a los priistas

• Duarte de Ocho lo respalda y aún cree en su liderazgo

El Gobernador Javier Duarte de Ochoa sentó a su derecha al eterno líder del SNTE en Veracruz, Juan Nicolás Callejas Arroyo, durante la comida del pasado domingo con alcaldes y diputados electos, como una muestra de respaldo y aprobación para que sea quien dirija a los diputados locales priistas en el próximo congreso local, que tomará protesta el 05 de noviembre.
Callejas Arroyo quien ha heredado el poder del SNTE a su hijo Juan Nicolás Callejas , ha sido eternamente diputado local o federal plurinominal por el PRI, sirviendo más al poder que al propio magisterio veracruzano, haciendo de las plazas un negocio jugoso que le ha permitido enriquecerse al amparo del poder.
De ahí que su fuerza este cada vez más debilitada y su liderazgo casi aniquilado, pero el Gobernador se resiste a reconocerlo porque ello implicaría reconocer la fuerza de las bases del magisterio y es lo que ha evitado, por ello es que nunca se sentó a dialogar con los grupos que desconocen a los lideres y que dicen representar a las bases.
Para Javier Duarte reconocer a la base representaría, según su equivocada apreciación, una muestra de debilidad y por eso, insistió solo en sentarse con quienes se siguen llamando lideres; lo anterior representa una falla más de su gobierno -que en este intento de enderezar el camino con una imagen más cercana al pueblo- tendrá que corregir, porque un gobernante está obligado a escuchar todas y cada una de las demandas de los ciudadanos, sean sindicalizados o no.
En ningún artículo de la Constitución Política de nuestro país se establece que para que un mandatario escuche a su pueblo, éste deberá formar parte de un sindicato o bien que el dialogo deberá estar limitado en atender al líder sindical, como un símbolo de escucha a las bases; nadie desconoce la corrupción de los sindicatos, tema en el que el SNTE se pinta solo, símbolo de venta de plazas o premios a amigos y aliados, esos que no cuentan ni con el perfil y menos con la capacidad para ejercer; muchos de los cuales solo van a cobrar cada quincena o se encuentran comisionados en dependencias al servicio del PRI.
De esos, de los comisionados y aviadores, de esos que no están frente a grupo pero cobran y bien, de donde tampoco se escapan periodistas beneficiados, nadie habla, porque son los que sirven al poder y no a los alumnos frente a grupo, son esos quienes nunca han ido a los rincones de Veracruz a enseñar a niños desnutridos, sin zapatos y en escuelas en condiciones precarias; maestros que no perciben un sueldo superior a los 10 mil pesos mensuales y que diariamente libran una batalla por llevar la educación a cada una de los rincones de la entidad.

Así es que no escuchar a los maestros de autobús, de a pie, de taxis rurales o bien que se trasladan en caballos por el amor de educar, es un error y fortalecer la imagen de Juan Nicolás otro error más, es como retar a las bases, como demostrarles quien manda en la entidad; ¿y que sabe Juan Nicolás Callejas de la precariedad con la que funcionan muchas escuelas en la entidad? y si Duarte no escucha a las bases siempre vivirá en un mundo de fantasía, donde no pasa nada y donde se premia la corrupción.
¿Qué objetividad podrán tener los nuevos legisladores en la adecuación de las leyes locales a la reforma educativa federal? cuando son guiados por un personaje que ha brincado de curul en curul, empoderado y enriquecido gracias a las cuotas sindicales que aportan los maestros; Colocar a Juan Nicolás Callejas Arroyo como líder de los priistas sin duda sería un error y una muestra más de que la soberbia se niega a desaparecer.