En todos los casos de corrupción de los funcionarios que han sido denunciados destaca un renglón donde se concentran fuertes partidas de los dineros públicos y es el presupuesto secreto de los gastos personales.
Es una tradición tanto de panistas como priistas que ascienden a un puesto importante, ya se trate de gobernadores, secretarios de estado, directores generales, diputados y senadores donde de inmediato se establece esta renovada partida donde se incluye una suma de dinero que no es auditada.
El caso de Andrés Granier que se gastaba varios millones de pesos en remodelaciones fastuosas de sus habitaciones, un numeroso personal doméstico, choferes, vigilantes y escoltas para cuidar la casa donde habitaba el exgobernador. Aunado a las compras de los mejores y más selectos alimentos, finos licores, suntuosas vajillas y todo lo que requiera para su confort personal. Lo mismo ocurre en cuanto al lugar de trabajo donde se duplican guapas secretarias, diplomados ayudantes y fortachones guaruras. Lo de Granier Melo se repite en todos los gobiernos estatales.
Este renglón de gastos personales nunca ha sido investigado hasta que el funcionario cae en desgracia, como el caso del exlÃder de la bancada en el Senado de los panistas, Ernesto Cordero, donde ahora le detectan un elevado número de asesores y al igual que los legisladores, los millones de pesos en viajes, pago de facturas en elegantes hoteles y restaurantes. El colmo es que se encontraron recibos de cajas de condones y de ropa infantil.
Al desnudo la clase polÃtica
Con lo ocurrido en Veracruz, ya no existe ningún aprecio o calificación para los partidos polÃticos, son muchos los militantes que sin el menor rubor o turbación cambian de ideologÃa y de principios. Esa gente que se decÃa de izquierda con ideas progresistas y los de derecha que odiaban a los disidentes revoltosos y los priIstas que se colocaban en la comodidad del medio. Los panistas que ahora son perredistas, los perredistas que son priistas y los priistas que se ubican en donde haya un vacÃo electoral o se auto invitan sin importar las siglas.
Todos mostraron que solo existÃa la conveniencia y el egoÃsmo personal de obtener el cargo, y que era necesario militar en un partido sin importar ideales o fundamentos. Es el ente polÃtico veracruzano, un cÃnico que conoce el precio de todo y no da valor a nada.
Fueron juzgados como ratas
Es que no hay forma de justificar la riqueza exhibida por los funcionarios públicos. ¿Cómo lograron acumular tal suma de dinero y numerosas propiedades si toda su vida activa laboral ha sido como empleado de gobierno?
No se puede ostentar esa vida de millonario con el singular sueldo de un importante servidor público. Asà sea de la alta burocracia, el salario se conoce el establecido por las partidas del gasto corriente y solo que se sacara la loterÃa todas las quincenas podrÃa explicar la posesión de varias elegantes residencias en el paÃs y en el extranjero, asà como automóviles de lujo y cuentas millonarias en moneda nacional y en dólares.
Se han manejado los nombres de polÃticos veracruzanos por todos conocidos que son dueños de grandes fortunas y que no se les conoce ninguna actividad ajena a labores en el gobierno estatal y federal. Ni como diputados o senadores pudieron haber ganado tanto dinero que sea razonable y lógico para la gigantesca fortuna que poseen. Antes de que existan denuncias o elementos para los ministerios públicos, la sociedad veracruzana esta más que segura que hubo malversación de fondos públicos y tráfico de influencias. Por la ciudadanÃa ya han sido juzgados estos miembros de la clase polÃtica como simples rateros. Y algunos tienen el cinismo de postularse nuevamente para cargos de elección popular.