Como si los ataques y escándalos mediáticos atizados por las desbordadas pasiones políticas del proceso electoral no fueran suficientes para distraer y tener a la defensiva a la administración priista del gobernador Javier Duarte, ahora resulta que hasta el retorno al máximo circuito del futbol profesional del club Tiburones Rojos de Veracruz se ha politizado y su destino se dirime actualmente en los tribunales federales.
Según trascendió, un bufete de abogados del estado de Quintana Roo, denominado Baraibar, López Cárdenas, Rizo y Asociados, ha promovido un juicio de amparo para que la franquicia del equipo Reboceros se quede en La Piedad, Michoacán, donde la afición y los gobernantes tachan por lo menos de “ingratos” a los empresarios orizabeños Fidel Kuri Grajales y Fidel Kuri Mustieles, padre e hijo, respectivamente.
El gobernador interino de Michoacán, el priista Jesús Reyes García, declaró a un corresponsal de una revista capitalina: “Fue una ingratitud la de los Kuri el vender Reboceros a Veracruz. Durante todo el torneo el pueblo de La Piedad estuvo apoyándolos, asistiéndolos, y en cuanto lograron una mejoría la aprovechan económicamente. Les importó poco la afición. Yo, igual que el pueblo, estoy indignado”.
Este caso tiene sumamente molesto al pueblo michoacano, pues ésta es la segunda vez que el equipo de La Piedad asciende a Primera División y lo cambian de sede. Once años antes de que ahora los Kuri se lo trajeran a Veracruz, en 2002 otro de sus dueños, Valente Aguirre, se lo llevó a Querétaro.
El cambio de sede y de nombre (Tiburones Rojos por el de Los Reboceros) ha sido motivo de fuertes cuestionamientos por parte de algunos comentaristas deportivos de televisión expertos en futbol, como por ejemplo Raúl Orvañanos, del canal deportivo Fox Sport, quien al enterarse de que el club de La Piedad se iba a Veracruz, inquirió: “¿Y el reglamento apá…?” Pero lamentablemente la transmisión se cortó.
Y es que, en efecto, el Artículo 36 del Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), estipula claramente que “un club que ascienda a la división inmediata superior no podrá solicitar sustitución de certificado de afiliación en su primera temporada”.
La defensa jurídica de la defraudada afición michoacana la llevan abogados nativos de La Piedad que actualmente residen en Cancún e imparten cátedra en la Universidad de Quintana Roo. Pertenecen además al Centro Hispanoamericano de Estudios Jurídicos integrado por profesores de Derecho de Universidades de Chile, Colombia, Argentina, Perú, Honduras y México. Y, en su opinión, aseguran que sí puede proceder el amparo promovido en los Juzgados de Distrito de Morelia y de la Ciudad de México.
La demanda de amparo es respaldada con la firma de un grupo de ciudadanos nativos y residentes en La Piedad, que pertenecen a la porra “La Vagancia 352” que fue integrada en el año de 2008.
El recurso legal se promueve contra actos de particulares, según el artículo 5 de la nueva Ley de Amparo.
En opinión de los asesores jurídicos, los derechos humanos que se violan están contenidos en los artículos 4, 14, 16, 28 constitucionales y en el artículo 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Protocolo Adicional suscrito por el Estado Mexicano (derechos culturales y del consumidor), tanto de las personas que lo promueven como de todos los residentes en el municipio de La Piedad.
Y aseguran que mientras dure el juicio, Los Tiburones Rojos de Veracruz no podrán jugar en el estadio boqueño “Luis Pirata Fuente” ni en ningún otro de esta entidad.
De acuerdo con versiones periodísticas, uno de los actuarios que recibió los amparos se quedó sorprendido y exclamó boquiabierto: “es la primera vez que veo un amparo de este tipo y de este contenido, no hay duda que se va a ganar”.
Pero además del problema legal que enfrentan los empresarios orizabeños por el cambio de sede y nombre de su equipo de futbol, los Kuri están siendo cuestionados también por los recursos que recibieron del gobierno de Michoacán durante su estancia en La Piedad, y ahora por los 15 millones de dólares –más de 195 millones de pesos, aproximadamente– que la Femexfut los obligó a depositar como fianza para concretar su traslado a la plaza de Veracruz.
Y no solo eso: también están bajo sospecha por presunta evasión fiscal, pues algunos jugadores de Los Reboceros que por obvias razones pidieron omitir sus nombres, acaban de declarar a un semanario capitalino que ellos nunca supieron quiénes eran sus verdaderos patrones, ya que dijeron: “Una quincena pagaban en efectivo los Kuri, otra unas empresas de Puebla, Guadalajara, Veracruz, Orizaba. No sabemos si era por cuestiones de impuestos u otra cosa”.
Ahora, para aceptar el cambio de La Piedad a Veracruz, la Federación Mexicana de Futbol condicionó a los Kuri pagar una fianza de 15 millones de dólares, cuando lo que normalmente se pide al equipo que llega al máximo circuito son 5 millones de dólares.
¿Cómo obtuvieron tan fuerte cantidad de dinero si hace exactamente una semana, en el vigésimo cuarto Régimen de Transferencias de la Liga MX efectuado en Cancún –donde el saldo total fue de 104 operaciones por más de 476 millones de pesos–, el club de los Tiburones Rojos de Veracruz fue el equipo que más transacciones realizó, con once futbolistas contratados para reforzar el plantel escualo?
En entrevista con la cadena TDN, Kuri Grajales, exdiputado y expriista, declaró el 5 de junio: “Ha habido muchos problemas en el equipo Veracruz con los otros dueños que han estado y me tocó bailar con la más fea. No creían en Veracruz y por eso a lo mejor me fijaron esa fianza. No se me hizo justo, pero ya la cubrí porque quiero entrar con el pie derecho. No pasa nada. Ahí están los 15 millones de dólares ya cumplidos”.
Hace dos semanas, a finales de mayo, al anunciar oficialmente el retorno de Los Tiburones Rojos al futbol de Primera División, el gobernador Javier Duarte aseguró que hoy en día el equipo es propiedad única y exclusivamente de la familia Kuri Grajales. “El Gobierno de Veracruz no tiene ninguna participación accionaria en lo que se refiere a este equipo, es totalmente propiedad privada de la familia Kuri Grajales, nosotros como gobierno lo que estamos dando son todas las facilidades”, precisó Duarte de Ochoa, quien especificó que “hablamos del comodato del estadio, el usufructo de la marca, de los colores, el logo y dándole los apoyos que la propia Ley General del Deporte del estado nos permite y nos faculta para apoyar el deporte profesional en Veracruz”.
Entonces… “¿quen pompó?”, preguntaría el desaparecido músico tabasqueño Chico Ché.
Esperemos que el juicio de amparo promovido por los iracundos aficionados michoacanos no proceda.