Al final de esta jornada electoral se llega a la conclusión que todas las empresas encuestadoras estuvieron divorciadas de la realidad. Hubo una sola ocasión que el periódico Reforma señaló una atinada investigación sobre la intención del voto que estuvo más apegada a lo que sucedió el pasado domingo.
Un resumen apegado a la verdad sobre estas elecciones se podía concretar en cuatro aspectos: primero, el exagerado manipuleo de los medios; segundo, la ilegal intromisión del presidente Calderón; tercero, las tradicionales actividades ilícitas de los directivos del PRI en la compra de votos y las renovadas malas artes de mapachería electoral y por último, la pusilanimidad de las autoridades electorales en unos comicios inequitativos y con grandes violaciones.
Se repite la historia de hace seis años, colocar al país nuevamente en un escenario de falta de credibilidad que conduce a la ingobernabilidad y con un gobierno privado de legitimidad.
Por México y su admirable pueblo que estos negros vaticinios no se concreten y que se logre una acertada y congruente salida a la serie de impugnaciones para volver a creer que si es posible que vivamos en una nación democrática y libre.

EL ODIO DE FOX

Pareciera algo enfermizo del expresidente Vicente Fox en contra de Andrés Manuel...
Desde los viejos tiempos que inventara el desafuero al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México durante su gris administración y llegar al grado de traicionar a su partido político, a su candidata y apoyar al PRI, al que había expulsado de Los Pinos, --el mismo PRI al que había acusado de víboras prietas y tepocatas--, con el único propósito de bloquear el arribo de su odiado enemigo, el abanderado de la izquierda. El odio es la cólera de los débiles.
Carlos Loret de Mola relata que en una cena donde se celebraba el matrimonio del hijo del dueño de la Bimbo, uno de los invitados era Vicente Fox que asistía con Martha Sahagún, durante un momento de la fiesta se levantó e invitó a los más ricos de esa reunión a que los acompañara a un salón de la fastuosa residencia donde se celebraba la boda. Allí organizó una particular asamblea con los principales comensales para anunciarles, que existía el riesgo que ganara la elección el tabasqueño, que se olvidaran del PAN y que apoyaran con sus abultadas chequeras a Enrique Peña Nieto. A los invitados les molestó esta extraña y comprometedora actitud del expresidente panista, que de golpe y porrazo les pidió que se olvidaran del grupo de amigos de Fox y de los millones de militantes y adherentes del PAN, aquellos que lo habían llevado al máximo cargo político en el país y todo motivado por una perversa animadversión a una persona.
¿Cuál será el achacoso resentimiento que tiene el hombre de las botas por otro ente político? La gente odia a quienes les hacen sentir su propia inferioridad.

El retorno del Tío

Era otro personaje muy distinto el popular y dinámico exgobernador Fidel Herrera, cuando el Tío se presentó en la entidad veracruzana para emitir su voto, ahora estaba seguro que estaba a salvo y que no lo iban a exhibir como se rumoraba de manera insistente antes de las elecciones. El gran temor de capturarlo y con ello afectar al candidato presidencial priista. Ahora que ya pasó la fecha fatídica del primero de julio, se encontraba feliz, por lo que se atrevió a regresar a Veracruz consciente que cualquier operación de las autoridades judiciales en la vía pública no iba a acontecer.
Volvió a dormir tranquilo y desmentir lo que se había especulado sobre su relación con los narcotraficantes, el otro aspecto de la gigantesca deuda que él dejara no le ha preocupado porque se apega a la tradición priista “lo caído ya quedó más que caído”…. Y dos años después, con un Congreso sumiso y maiceado.