Hasta la antesala del momento de votar llegamos a la conclusión final de que nada está escrito. El sufragio no tiene palabra de honor, es tan caprichoso y tiene como última excusa particular que fue razonado.
La crucial decisión del desenlace del sufragio puede cambiar en el último momento y los resultados de las encuestas no tuvieron en la ocasión la menor importancia por ser altamente cuestionadas y se está consciente que fueron favorables para él que las pagaba.
Se recomienda ignorar las encuestas para que no influyan en el voto. Hay que tener presente que en todas existía un porcentaje variable entre el 23 y 30 por ciento de indecisos y estos representan cerca de veinte millones de votos, cifra que otorga el triunfo para cualquiera de los tres candidatos.
El voto anti PRI es altísimo rebasa el 54 por ciento y este favorece en un treinta por ciento a López Obrador y en 24 por ciento a Vázquez Mota. El mayor miedo que tiene el equipo de Peña Nieto es el voto útil, ya que este representa para la izquierda el 46 por ciento de los panistas y sólo el 28% de los azules sería para el PRI. Si la elección fuera entre Vázquez Mota y Peña Nieto el voto útil sería en un 50 por ciento para la candidata y sólo el 22 por ciento para el mexiquense.
Son 14 millones de jóvenes los que por primera vez van a votar, es obvio que las únicas mediciones que existen sobre la preferencia de esta nueva generación es la de las votaciones internas realizadas en las universidades públicas y privadas, donde AMLO supera por mucho a sus dos adversarios en esta contienda. Por lo que repetimos nada está escrito sobre lo que ocurrirá el primero de julio.

CAMBIOS EN EL PERIODISMO

En aquellos dorados tiempos del noticiero de televisión “24 horas”, donde Jacobo Zabludovsky era una leyenda del acontecer informativo del país, el dueño de la empresa Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre” se autonombraba como un “soldado del PRI”. Herencia política que heredara a su hijo.
Nadie se imaginaría que el popular conductor se convirtiera en un feroz crítico del gobierno panista y en uno de los mejores aliados que tiene en el presente el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

RENOVACIÓN EN LOS ESTADOS

En el estado de Veracruz se ha marginado de la información política sobre los cambios de gobernadores en siete entidades, en los comicios del primero de julio. Paradójicamente se divide en esta ocasión en tercios y tanto el PRI, como el PAN y la coalición de la izquierda tienen ventaja cada uno, en dos gubernaturas de las siete que están en disputa.
Para el partido tricolor los estados de Jalisco con Aristóteles Sandoval y Yucatán con Rolando Zapata, se podría decir que las tiene amarradas. Por el PAN no tienen la menor duda de ganar en Guanajuato teniendo como candidato a Miguel Márquez. También el partido Verde figura en este inminente esquema electoral con un futuro gobernador en la persona Manuel Velasco, para gobernar en Chiapas. Por la izquierda no tienen la menor duda que Miguel Ángel Mancera repetirá el PRD en el gobierno de la ciudad de México y con grandes visos de ganar en Tabasco con Arturo Núñez y en Morelos por la vía de Graco Ramírez. Para los analistas políticos ven en dichas entidades el voto diferenciado que no influirá en mayor proporción en la elección presidencial.
Para el PRI tener al estado de Jalisco será clave, por ocupar el cuarto lugar en población electoral, muy pegado en los números al estado de Veracruz, ya que sólo existe una diferencia que no rebasa los 200 mil votantes. Puebla es la incógnita que puede inclinar la balanza.