La efervescencia que se vive en el estado de Veracruz, ante la proximidad del día de las elecciones, es un buen síntoma del estado de ánimo y entusiasmo de la gente que busca un cambio real ante la crisis social de violencia e inseguridad existentes. Está fuera de serie el ambiente y las condiciones para que renazca la esperanza de una transformación que se palpa en diversas ciudades de la entidad.
Las actitudes se renovaron con la participación de los jóvenes, ellos impulsaron y motivaron a la sociedad a no aceptar ninguna imposición de otros poderes ajenos a la libertad de pensar y decidir del pueblo entre las diversas opciones que presentaron los partidos políticos.
Es la natural rebeldía de la nueva generación que parecía apática e indiferente a las grandes decisiones.
Así como en 1968 los estudiantes universitarios se rebelaron al gobierno priista de Gustavo Díaz Ordaz y cambiaron la historia, en aquella víspera violenta de los Juegos Olímpicos, este año en la antesala de unos comicios, ilegalmente programados donde el triunfador ya había sido elegido por los poderes fácticos, se repitió la historia del estudiantado mexicano al resistirse e indignarse, rechazando al candidato impuesto.
Aunque las formas cambian con el tiempo, el espíritu perdura.
Gracias a los jóvenes del movimiento #Yosoy132, ya todo cambió.

NO QUIEREN A CHEPINA

¿Cuál será el problema de la candidata del PAN Josefina Vázquez Mota para que Vicente Fox y Manuel Clouthier hijo se hayan ido a partido opositores?
En el caso del expresidente no tiene ninguna importancia por tratarse de un desprestigiado político que no supo gobernar. El vástago de Clouthier tiene otro significado de mayor relevancia por lo que representó su padre en la lucha democrática de 1988 en contra del nefasto Carlos Salinas.

‘HAIGA’ SIDO COMO ‘HAIGA’ SIDO

Los diversos actores políticos, gobierno, candidatos y partidos se mueven en los linderos de la ilegalidad. En este final de campañas no les queda de otra. La desesperación entre ganar y perder los hace traspasar con frecuencia los límites de lo permisible. Están conscientes que por sus acciones ilícitas provocarán la judicialización del proceso electoral federal.
Existe un cierto cinismo entre los protagonistas y les vale que existan denuncias o que se les acusa de cooptar a los votantes. Están al filo de la navaja y ninguno acepta la derrota.
En el caso de la madre de todas las batallas por la Presidencia de la República será más que obligatorio ganar de una manera amplia y absoluta para convencer que el triunfo fue limpio.
De nada sirve que trascienda que el presidente Felipe Calderón violó la Constitución por participar de diversas formas en el proceso electoral. El propio resolutivo del IFE establece que no es posible sancionar al jefe de la Nación, pues solo se le puede enjuiciar por traición a la patria y otros delitos graves.
Se vive en el limbo, a pesar de las denuncias del PAN sobre los gastos excesivos en el uso de aviones privados y las del PRD por la saturación de espectaculares a favor del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, todos estos elementos serán la base para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podrán valorar la legalidad de los comicios, al final de los cómputos, cualquiera que haya sido el resultado.
Son cientos de denuncias que se han presentado ante el IFE y al Tribunal Electoral y al parecer lo mismo que ocurre con la impartición de justicia, los expedientes se amontonan y los procesos son demorados con el propósito de archivarlos. El pueblo mexicano carece de memoria de allí que tengamos los gobiernos que merecemos por esta apatía y conformismo.