No podía ser de otro modo, si tenemos marcadísima la cultura de prejuzgar o de seguir a pie juntillas las opiniones de dos o tres “iluminados”, lo más probable es que tratándose de instituciones y personajes públicos, aterricemos valoraciones y opiniones erróneas.

En el caso del Vaticano y sus noticias recientes, no pueden ser motivo de burlas ni de críticas ácidas, por la más elemental de las razones, se trata de una organización integrada por seres humanos y hasta hoy no existe un ser humano que no se haya equivocado; hasta el mártir del Gólgota se equivocó al aceptar entre sus discípulos al famosísimo Judas, al que muchos rinden tributo.

Que un banquero haga travesuras con el dinero ajeno, más que excepción puede tratarse de una acepción bien maquillada en el manual de las praxis financieras. Entonces no hay un caso fuera de lo normal en ese asunto al interior del Vaticano.

Por otro lado, un sirviente chismoso y traicionero nunca falta; tal es el caso clásico en la literatura de todos los tiempos representados por Miguel Cervantes Saavedra, en el Quijote, aquí el noble y nunca bien ponderado Sancho Panza, era diestro en el arte de la intriga, el chisme y tratar de resolver vidas ajenas, sin aún vaciar su costal de penas.

Entonces, para propios y extraños, “paganos y espurios” que desde el exterior de la organización eclesiástica observan esos eventos, puede no pasar de ser cuestiones normales y mercancía mediática.

Pero lo que realmente mueve el tapete al interior de la organización es la voluntad de cambio, la vuelta de la institución a sus raíces pastorales que ha demostrado ser el “plan modernizador” de su Joseph Ratzinger, su Santidad Benedicto XVI.

Como teólogo mundialmente reconocido, desde mucho antes de ser el Vicario de Cristo y sucesor de Pedro, Benedicto XVI, sabe perfectamente, que le duele a su iglesia y en cuanto se mantiene o se aleja de la verdadera misión pastoral que el Maestro de la Verdad, el mártir del cerro de la calavera, el rabino de Galilea Jesucristo, le encargo a sus apóstoles.

Entonces, con el tiempo y el uso hasta los coches se gastan, y si a eso se suman algunas travesuras de los portadores del catecismo y las desviaciones académicas, fruto de una mal orientada “mercadotecnia de la Fe”, entonces, como en toda organización humana, hay errores de trayectoria y hay necesidad de ajustar el rumbo, conforme al proyecto original, apegándose al Plan Divino, y nada más, pero nada menos.

Benedicto XVI, ha traído a la iglesia universal un mensaje firme del legado cristiano, para recuperar el rumbo y darle a sus miembros el lugar en materia de responsabilidad que a cada quien le corresponde.

Acá en estos lares, llama mucho la atención el discurso frio y ausente de la esencia cristiana, cuando los obispos de Xalapa y Orizaba, se han referido con palabras fuera de todo orden y sensibilidad de su hermano en Cristo, al que en su llamado a su apostolado ha cumplido una misión terrenal en un mundo convulso y complicado.

Estos obispos, se les percibe ajenos también al mensaje del Papa Benedicto XVI, quién en su pasada visita a México y cuba, dejó un testimonio lleno de humildad y de unidad con la gente, los pobres y quienes han sido víctimas de la violencia.

Señores obispos de Xalapa y Orizaba, condúzcanse con apego a los evangelios y cuando hablen cuando menos conecten la boca con el cerebro y el corazón, para que Jesús los ilumine como pastores y no queden mal con el pueblo cristiano, cuando los ve ausentes de misericordia. Nunca se les olvide que por propia decisión asumieron ser pastores de la Iglesia de Jesucristo; sigan su ejemplo.

Eviten seguir los pasos del mal ejemplo de sus hermanos obispos en el retiro, como son Onésimo Cepeda y Juan Sandoval Iñiguez, cada con sus respectivos pecados y malos ejemplos para la iglesia, a quienes Dios los tendrá en su gloria y los cubrirá con su infinita misericordia, pero cuando dejen de hacer daño.
Beltrones: sentimiento de agravio
Ante la crisis que puede ser una de las más grave en la historia del PRI en los últimos tiempos, Manlio Fabio Beltrones, senador de la república y un hombre de gran experiencia policía y quien además pudo ser el candidato presidencial, sale al quiete, al expresar con gran seriedad y reflexión que es necesaria la autocritica y asumir verdaderos compromisos ante el descontento juvenil, dice que hay que cambiar de actitud ante el sentimiento de agravio, principalmente por la falta de empleo en la juventud y por ende pugnar por un mayor compromiso en la reforma fiscal y política.
“Los actores políticos debemos ser autocríticos, cambiar actitudes y asumir compromisos concretos ante el agravio que manifiestan los jóvenes”, sostuvo el senador Manlio Fabio Beltrones. Es respetable y razonable su demanda de más democracia, equidad y transparencia informativa, pero también debemos reconocer que su descontento responde a la falta de empleos y de salarios dignos, las insuficiencias en la cobertura y la calidad educativa, la violencia e inseguridad pública y al escaso crecimiento económico en los años recientes.
Tenemos que escuchar la voz de los jóvenes y mostrar apertura y sinceridad. Todos debemos tener disposición para dialogar bajo las normas elementales de civilidad y, de nuestra parte, responder con compromisos concretos de cambio responsable, como lo hizo Enrique Peña Nieto con su propuesta para el ejercicio de una presidencia democrática, expresó el senador Beltrones en reunión de coordinación con candidatos del PRI a diputados federales por Tlaxcala, efectuada en esta entidad.
El sentimiento de agravio de los jóvenes es un resultado más del crecimiento mediocre de la década reciente -el más bajo en América Latina-, de la pobreza y la desigualdad y del horizonte nublado que avizoran ante la falta de oportunidades de empleo y los bajos salarios.
También debemos comprometernos con una reforma hacendaria que nos permita crecer a tasas sostenidas de 6% y restaurar la capacidad del Estado para financiar y promover suficientes oportunidades de formación educativa, digital y cultural, así como profundizar en una reforma política electoral que modernice el sistema político, amplíe la participación y fiscalización ciudadana y mejore la calidad de la representación política. No podemos demorar las respuestas porque el futuro del país está en los jóvenes y ellos no pueden esperar más, finalizó el senador Beltrones.
Los actores políticos debemos ser autocríticos, cambiar actitudes y asumir compromisos concretos ante el agravio que manifiestan los jóvenes, sostuvo el senador Manlio Fabio Beltrones. Es respetable y razonable su demanda de más democracia, equidad y transparencia informativa, pero también debemos reconocer que su descontento responde a la falta de empleos y de salarios dignos, las insuficiencias en la cobertura y la calidad educativa, la violencia e inseguridad pública y al escaso crecimiento económico en los años recientes.
Tenemos que escuchar la voz de los jóvenes y mostrar apertura y sinceridad. Todos debemos tener disposición para dialogar bajo las normas elementales de civilidad y, de nuestra parte, responder con compromisos concretos de cambio responsable, como lo hizo Enrique Peña Nieto con su propuesta para el ejercicio de una presidencia democrática, expresó el senador Beltrones en reunión de coordinación con candidatos del PRI a diputados federales por Tlaxcala, efectuada en esta entidad.
El sentimiento de agravio de los jóvenes es un resultado más del crecimiento mediocre de la década reciente -el más bajo en América Latina-, de la pobreza y la desigualdad y del horizonte nublado que avizoran ante la falta de oportunidades de empleo y los bajos salarios.
También debemos comprometernos con una reforma hacendaria que nos permita crecer a tasas sostenidas de 6% y restaurar la capacidad del Estado para financiar y promover suficientes oportunidades de formación educativa, digital y cultural, así como profundizar en una reforma política electoral que modernice el sistema político, amplíe la participación y fiscalización ciudadana y mejore la calidad de la representación política. No podemos demorar las respuestas porque el futuro del país está en los jóvenes y ellos no pueden esperar más. Beltrones ha sido el único político priista que ha dado respuesta al tema de los jóvenes, otros se quedaron mudos, simplemente. Así las cosas.