Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
2010-11-01 | 21:11:40
Hemos limitado nuestras relaciones
a la tecnología con la que contamos

*Muchas personas prefieren buscar pareja a través de internet
*A muchos le resulta más cómodo mandar un mensaje o una carta
*A muchos más la vida se les va sin internet y demás

Leticia Maldonado

¿Qué pasaría si un día regresáramos a la maravillosa época en la que las computadoras y la telefonía celular solo fuera algo que se veía en los grandes filmes de Hollywood?... Sin duda alguna, para muchas de nosotras el mundo se vendría abajo, para otras solo habría que adecuarse mientras que para muchas más, quizá muchos aspectos de su vida se verían mejorados.
COMO VIVIAMOS SIN TECNOLOGÍA
Y es que tan sólo basta con echar un vistazo a lo que fuera nuestra vida, cuando comenzamos la adolescencia, éramos tan felices sin celulares, sin radios, sin internet, sin nada de innovaciones tecnológicas, que si bien es cierto, hoy se han vuelto parte de la vida cotidiana y que en la mayoría de los casos se han convertido en nuestras fieles herramientas de trabajo, la verdad es que han llegado limitar la capacidad y alcances de nuestras relaciones interpersonales.
Por ejemplo, recordemos aquellas épocas especiales en la secundaria, cuando en Navidad o cerca del día de San Valentín, se acostumbraba colocar un buzón, a través del cual podíamos intercambiar cartas y postales con nuestros amigos y amigas de otros salones, en incluso de nuestra misma aula, es más, para muchas chicas, la ilusión del primer amor se vivió gracias a ese buzón, y fue tan grande la sensación de nervios al recibir la carta remitida por parte de ese ser especial, que jamás lo van a olvidar.
Sin embargo y con el paso de los años, esas cuestiones se fueron quedando en el olvido, pues hoy si bien te va, el chico con el que sales te manda mensajes al celular, te marca al radio, te deja mensajitos en alguna red social, o ya en caso de que esté muy enamorado o necesite decirte algo muy especial, es cuando te envía un correo electrónico.
DE HERRAMIENTAS A BASE DE LA VIDA
Pues sí, en verdad es lamentable y vergonzoso pero es real y debemos aceptarlo, la tecnología nos ha hecho flojos, dejados y por si fuera poco, ahora ocupa gran parte de nuestras actividades no sólo laborales sino también sociales y hasta emocionales.
Y no es que tenga nada en contra de las innovaciones tecnológicas, pues a decir verdad, si un día me quedara sin alguna de las ya mencionadas sentiría que la vida se me va en un pequeño aparato electrónico, no obstante el hacer uso constante de éstos, no me impide darme cuenta del terrible daño que le estamos haciendo a nuestras relaciones al basar todo en la tecnología, sin si quiera percatarnos de ello.
Con lo que ahora dejamos de buscar y tener detalles, para encontrarnos frente a un mundo que nos ofrece un sin número de opciones para tener relaciones a las cuales se les puede mantener de formas “cómodas” sin la necesidad de invertirle demasiado.
Lo cual no sólo les pasa a las nuevas generaciones, a esos adolescentes y jóvenes que ya nacieron con el chip integrado, sino que a nosotros, a los que aún conocimos el mundo sin celulares y demás, también se nos hace un tanto más cómodo relacionarnos detrás de un monitor, que cara a cara.
EL COMODÍN
Y para poder comprenderlo un poco, pregunté a un amigo que tiene 32 años y es micro empresario, él se dedica a la organización y coordinación de eventos especiales, durante años se ha relacionado con muchas chicas y hasta el momento no ha logrado establecerse, sin embargo es un experto en cuestiones de conquistas; cuales son los motivos por los cuales prefiere mandar un mensaje antes de escribir una carta, y su respuesta aunque no fue la esperada sí fue muy sincera.
“Por comodidad mejor mando un mensaje, ¿para qué mando un mensaje si es lo mismo?, además si mando el mensaje me contestan en ese momento, a lo mejor cuando la carta llegara yo ya no sentía lo mismo, no tiene caso”, comenta sin recato alguno, tras admitir que en efecto hay mujeres con las cuales tras varios años de relación, nace el escribir una nota, no obstante vuelve a hablar de la comodidad y asegura que mejor se queda con los mensajitos en el celular.
EVITAS LA FATIGA DE CONOCER A ALGUIEN
Pero no sólo ellos son los que se valen de la tecnología para relacionarse, pues también habemos muchas mujeres que aprovechando la cercanía que nos brindan las redes sociales aprovechamos para conocer gente y quizá entablar una relación afectiva.
Tal es el caso de una compañera de trabajo, a quien si tan sólo un día, le retiraran el servicio de internet, seguramente moriría, pues tan sólo en el último año se ha relacionado con por lo menos tres personas a las que dice amar sin siquiera conocer, y ¿todo por qué?... porque para la señorita de 25 años de edad, es más fácil chatear con alguien, twittear y demás, con tal de evitarse la pena de conocer a una persona de frente, tratarle y en sus palabras perder el tiempo si no funciona.
“ay no, no tiene caso, que tal que no funciona, mejor los uso, les digo que los amo, me escriben cosas lindas y cuando se acaba pues se acabo y ya, sólo los borro de mis contactos y fin de los problemas”, admite.
Con lo que queda claro que el uso desmedido de la tecnología en las relaciones, a veces puede ser negativo para nuestra naturaleza sociable.
TODO CON MEDIDA
Aunque, bueno, a decir verdad hay otros chicos que si bien es cierto no son asiduos a escribir una carta ni a derramar miel en notas escritas por su puño y letra, sí son sujetos a los que les gusta el romance y saben de qué manera emplear la tecnología en su favor, algo que muchos deberían aprender pues ya no sólo se limitan al uso de las mismas, sino que lo hacen y nos tratan como si fuéramos parte de sus amigos.
Tal es el caso de un amigo, que tiene tan sólo 25 años y es administrador de empresas, quien asegura que es válido mandarle mensajes de buenos días, o buenas noches a la mujer con la que sale, pero que si en verdad sientes que hay algo lindo que decirle, debes llamarla por teléfono.
“Es mejor una llamada, siempre será mejor, así escuchas la voz y ambos comprenden lo que se está diciendo, a veces cuando escribes algo en un chat cada quien entiende las cosas a su manera, no hay nada como hablar”, asegura, en tanto que dice, en caso de que por algún motivo no haya posibilidades de establecer contacto por una llamada telefónica, ni nada que tenga que ver con un avance tecnológico, no hay nada como una visita, con lo que hay un contacto personal.
Y es que efectivamente debemos poner todo en una balanza, aquí no se trata de que ellos sean los que se han olvidado de nosotras por hacerle caso a las máquinas y computadoras, siendo honestas a éste problema de falta de relaciones personales cara a cara, también nosotras “le hemos entrado” y somos parte de ello.
Estamos detenidos en el medio de un mundo en el que todo se rige bajo las normas del internet y la velocidad a la que viaja la información a través de su uso.
UN MUNDO DE TECNOLOGÍA
Es justamente ahora cuando debemos echar la vista atrás y ponernos a ver cuán importantes son las relaciones personales, que si bien es cierto los avances tecnológicos nos acercan a muchas personas que tenemos a miles de kilómetros, también es cierto que nos alejan y nos ponen barreras impresionantes con aquellos seres a los que tenemos a tan sólo unos pasos.
Ahora es cuando tenemos que dejar de relacionarnos sólo con nuestro teléfono y/o computador, debemos hacer el esfuerzo y aprender nuevamente a disfrutar de la compañía y convivencia con las personas tal y como lo hicimos al inicio de nuestras vidas, a medida en que nosotras lo vayamos haciendo sabremos como transmitirlo a nuestras nuevas generaciones y muy seguramente retomaremos acciones como el mandarnos postales, escribir cartas o notas y demás, para enriquecer y fortalecer éstas relaciones de las que hemos hablando durante tanto y tanto tiempo.

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