Se vive el umbral de las campañas políticas en el estado de Veracruz donde se renovarán la gubernatura, 30 diputados locales por mayoría y 212 presidencias municipales. A partir de mañana tenemos que acostumbrarnos a un nuevo lenguaje y al suspicaz idioma de los políticos veracruzanos.
En este estado donde la simulación es la actividad que más practican los hombres en el poder, la habitual manía de utilizar las trampas en el vocabulario como un requisito indispensable para mantener atada a la esperanza de un cambio a la población.
Es deplorable el cinismo de estos personajes en busca del voto que en su mayoría presumen que ya lo poseen. Recurren a la decencia que ellos no practican. Respaldan un quehacer jurídico, cuando son los primeros en violar cualquier norma que los regule.
Son consumados actores en descalificar aquellos que no comulguen con sus ideas y rechazan cualquier proyecto que sea ajeno a su propaganda.
Vienen las semanas y los meses que sufrirá el pueblo veracruzano el bombardeo de la absurda y mentirosa publicidad política. Los opositores a sus candidaturas son los únicos equivocados. Ahora resulta que al que le duelen los huesos por no saber de ortopedia no puede opinar.
¿Acaso tiene usted que saber de mercadotecnia para no darse cuenta que le están viendo la cara, el pillo que le miente?
Somos ignorantes en los temas petroleros pero somos doctorados en los fraudes que realizan los directivos y los dirigentes sindicales de esa riqueza de México que ahora trata
el gobierno de privatizar.
Es no vivir la realidad que nos han endilgado.

El mito de la unidad

Desde el momento que salió la convocatoria del PRI no se puede ocultar que existe una abierta disputa entre los grupos políticos y que se corre el riesgo que por esa falta de unidad se pierdan distritos y alcaldías. Y el natural debilitamiento de la candidatura de Javier Duarte al gobierno del Estado.
Son personas que no ceden y que sienten que ellos poseen el apoyo absoluto de las mayorías.
De una manera singular las principales alcaldías son las que tienen una abierta oposición a los que se sienten con el apoyo del gobernador Fidel Herrera Beltrán y que en el terreno de los hechos se encuentran muy por debajo en las encuestas.
Una cosa es tener el visto bueno del ejecutivo estatal y otra muy diferente lo que opina la sociedad que realmente los conoce.
De allí que no haya ningún alineamiento del diputado local con licencia, Héctor Yunes Landa y no se sume al enorme séquito de Javier Duarte de Ochoa.
Los casos de Veracruz, Jalapa, Perote, Poza Rica, Coatzacoalcos, Tuxpan, etc. etc. Donde figuran Yolanda Gutiérrez vs. Carolina Gudiño; Elizabeth Morales vs. Américo Zuñiga; Joel Arcos vs. Juan Manuel Velázquez; César Ulises vs. Alfredo Gandara; Gonzalo Guizar vs. Ramón Hernández; Alberto Silva vs. Moisés Marín, respectivamente.
Lo de la unidad priísta es uno de los grandes mitos de Veracruz donde todos los nativos se sienten tocados por lo dioses para llegar a las grandes alturas de la política nacional.