Es una visión totalmente equivocada la que se tiene en Veracruz sobre el triunfo del PRI, al estar basadas estas predicciones ganadoras en el arrastre y popularidad del gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Fidel no juega en esta elección.
Él no participa. No puede ofrecer absolutamente nada. Va de salida. Punto.
El pueblo va a votar por la eficacia y moralidad de otras personas, la figura de Herrera Beltrán no va a tener nada que ver aunque hayan sido propuestas por el Ejecutivo Estatal.
Se trata de semblanzas y perfiles muy diferentes,
Aunado a que el enfoque total de la guerra sucia estará canalizado hacia la persona del gobernador Herrera. Por lo que los candidatos priístas tendrán que trabajar en esta campaña electoral de una manera opuesta y hasta divorciada del gobierno estatal.
En algunos casos será conveniente que los abanderados del PRI operen como extraños a la corriente fidelista.
El propio Javier Duarte tarde o temprano tendrá que sacudirse públicamente esa tutela.
Un acuerdo confidencial que deberá aceptar el ego de Herrera Beltrán. De allí que deberán presentarse un buen número de candidatos con el sello de Duarte de Ochoa. Personas que signifiquen contrarios y hasta antagónicos a Herrera Beltrán.
La forma y el fondo de una inteligente estrategia política de lo que es aparentar o lo de ser.


Jalapa en riesgo.

El municipio de Jalapa es una de las joyas que se pueden perder en esta contienda que se inicia a fines de mes. En todas las encuestas y estudios que se han realizado, destaca dentro del PRI la exdiputada federal Elizabeth Morales, muy por encima del
exsecretario de Trabajo, Américo Zuñiga.
El grave problema del desempleo es un perjuicio electoral en cualquier parte del país. Por más que en teoría se maneje que en la entidad veracruzana hay trabajo, la realidad que se vive es totalmente diferente. La Secretaría de Trabajo es un lastre difícil como antecedente electivo para posicionarse.
La importancia de estos dos aspirantes es la ventaja del sexo femenino que posee la conductora Morales García. Una entidad que tiene una predominancia de mujeres y que en el caso específico de las alcaldías opera con razonable primacía la canonjía de la sensibilidad femenina.
Perder Jalapa sería mortal para la suma de votos que representa en la contabilidad de la gubernatura.
No se debe olvidar que en la pasada elección para la gubernatura se ganó por muy pocos votos, que al final se redujo a sólo 17 mil sufragios de diferencia.
No se puede perder de vista que está casi parejo en los números de los priístas con el presunto candidato de las corrientes de la izquierda mexicana en la persona del exalcalde Armando Méndez de la Luz. Con la salvedad que este no ha movido hasta ahora un solo dedo.
Si bien Dante Delgado ha perdido en dos ocasiones en el estado de Veracruz, en ninguna de sus elecciones pasadas ha perdido la ciudad capital.
Es otro nivel de cultura y civismo el que se maneja en la ciudad de Jalapa y habría un rechazo natural a repetir con un nuevo júnior.