Cuando se detuvo a Bernardo Segura Molina, subsecretario de Finanzas en el gobierno de dos años de Miguel Ángel Yunes Linares, y se informó de tres órdenes más de aprehensión, entre ellas una contra la extitular de la secretaría de Finanzas, también durante el primer año del mandatario panista, éste salió del ostracismo y ocupó los micrófonos y las redacciones de prensa escrita que le dieron espacio.
Ya no del mismo modo, ni con los mismo aires que usualmente lo caracterizaban daba sus reflexiones y acusaba de injusticias estas acciones contra sus excolaboradores, calificándolas como atrocidades del gobierno de Morena, aunque las medidas imputables se giraron desde la Fiscalía que dejó de estar bajo su control, aún cuando ya no era gobernador.
Yunes Linares volvió a ser primera plana en las versiones electrónicas de los principales medios nacionales, obviamente en los del estado de Veracruz.
La prensa se ha vuelto a ocupar del exmandatario del partido Acción Nacional bajo títulos que nada deben agradarle, como en Milenio: “Reprueban cuenta pública del exgobernador Yunes 2018” y otros más.
De igual forma que en su momento Ciro Gómez Leyva ya no lo trató igual que cuando Yunes estaba en el poder. Y esa vez, durante la entrevista, en forma incisiva le hizo recordar que en campaña había llamado “loco” al hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Hoy, parece que tanto la Fiscalía no ha ejecutado dichas órdenes de aprehensión, ya sea por los amparos o porque ya no están ubicables los personajes.
De las primeras que se obsequiaron como son la de los Fiscales, Jorge Winckler y Marcos Even Torres, nada se sabe al respecto.
Pero por otro, el silencio ha invadido también al exgobernante. En su discurso entonces cuando se detuvo al exfuncionario de Finanzas, diría que salió a declarar después del silencio guardado, lo cierto es que no estaba tan oculto como señala, pues al menos en unas dos o tres ocasiones se había expuesto a la luz pública, ya sea en la Parroquia o el Zócalo de la ciudad de Veracruz.
Por cierto que la votación para rechazar la cuenta y al mismo tiempo proponer que de nueva cuenta se revisado el Ejercicio 2018 que encabezó Yunes Linares, fue con 30 diputados a favor por 12 en contra.
Los priistas ya encontraron la forma de evadir sus responsabilidades. Jorge Moreno Salinas, Juan Carlos Molina Palacios y la Morenista-Priista, Erika Ayala Rojas, decidieron ausentarse, no obstante que ésta última había firmado el dictamen en la Comisión de Vigilancia.
Y que a este asunto le den ese espacio en medios nacionales, llama mucho la atención.
MUY EN CORTO
GOBERNANTES Y EL ESCRUTINIO. Para los politólogos las encuestas de popularidad más efectivas son aquellas en donde los gobernantes se someten a concentraciones masivas ya que auténticamente se ponen a prueba.
Un ejemplo sucedió apenas esta semana cuando acompañado por su esposa Melania y otros funcionarios, el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump acudió el domingo al estadio de los Nacionales de Washington para presenciar el quinto juego de la serie por el campeonato entre el equipo local y los Astros de Houston.
Y es que el público comenzó a abuchear a Trump cuando este apareció en vivo en la pantalla del estadio.
En un sector de las gradas incluso los aficionados lanzaron gritos de “¡Enciérrenlo, enciérrenlo!”, en referencia a la investigación de juicio político que el Congreso ha abierto en contra del mandatario.
Durante el transcurso del partido se presentó un homenaje en video de agradecimiento a las tropas estadunidenses en la pantalla del estadio, motivo por el cual también apareció la imagen de Trump, quien horas antes acababa de anunciar la muerte de Abu Bakr al Bagdadi, líder del grupo terrorista Estado Islámico.
La otra cara de la moneda se vivió la noche del miércoles cuando más de 50 contingentes de personas vestidas y maquilladas de catrinas participaron en el Gran Desfile de Catrinas encabezado por el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos.
La caminata reunió a más de 20 mil personas y participaron integrantes de dependencias gubernamentales y escuelas de la ciudad de Xalapa por lo que sin duda se convirtió en el mejor termómetro para el mandatario estatal en la víspera de su Primer Informe de Gobierno.
Y es que pese a lo que sus detractores aseguran el gobernador veracruzano recibió una evaluación que ni siquiera Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, hubiera podido presentar en alguna de sus encuestas mensuales que está haciendo del desempeño de la administración de extracción morenista.
El “baño de pueblo” al que se sometió García Jiménez acompañado del hombre fuerte de su gabinete fue satisfactorio porque nadie se atrevió a lanzar alguna consigna y mucho menos recibió abucheos.
Los que saben interpretan los hechos como un voto de confianza para el gobernador para sus próximos cinco años donde deberá redoblar esfuerzos y por el contrario dicen que el mandatario del país de las “barras y las estrellas” es repudiado por sus gobernantes.
Eso sí, la confianza no debe abrazarlos ni mucho menos soltar las campanas al vuelo, pues Veracruz requiere de mucho aún, ya que el problema trae mucho añejamiento.
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