Dentro de los rumores que circulan en la entidad es que la gran mayoría de los altos funcionarios estatales que laboraron en la pasada administración tienen cada uno de los secretarios su plan muy particular de fuga para desaparecer del estado y en algunos casos del país.

Es preocupante para estos jefes de familia tener que buscar asilo en otro lugar porque en el caso de algunos burócratas se podían considerar que son  inocentes, ya que solo obedecían las estrictas órdenes de superiores y si no lo hacían,  se quedaban sin trabajo.  Aunque no estuvieran de acuerdo y en ciertos casos estaban conscientes que se trataba de ilícitos que los obligaban a cometer.

Tienen justificado temor que las autoridades actuales vayan a actuar como lo hizo el fiscal Jorge Winckler, quien atendiendo las instrucciones de su jefe y padrino político,  primero los detenía,  les decretaba en automático la prisión preventiva por un año por lo menos y después elaboraba el expediente con sus respectivas acusaciones. Los principios  revolucionarios de después ”veriguas”.

Ya bajo el resguardo de una fría celda empezaban las extorsiones, las amenazas, torturas y violaciones a sus derechos, de esta forma ilegal tienen varios ejemplos como los que confrontaron Gina Domínguez, Luis Bravo, Juan Antonio Nemi y tantos otros que pasaron la pesada báscula yunista.

No le interesa a López Obrador contestar

Los denunciados políticos de Veracruz les ha dado por buscar a periodistas de cualquier nivel para hacer declaraciones, en el caso de los exgobernadores cuando están en el poder, no les interesa tener esa comunicación con los medios… pero, ahora que se quedaron fuera tenemos al priista Javier Duarte de Ochoa y al panista Miguel Ángel Yunes Linares, en constante dialogo con todo aquel reportero que los quiera escuchar. Con el mismo estilo del choleño de echar bravatas y al final con el oculto propósito de hacerse víctima y en un futuro mediato en un preso político.

Quién no conoce como operan los periodistas que ellos buscan en la Ciudad de México, donde intentan hacerse personajes importantes cuando ninguno de ellos tiene ahora un cargo de representación popular.

Tanto que pedía el debate Yunes Linares donde fijaba la hora y el lugar del parque central de la ciudad de Xalapa con el entonces candidato presidencial de Morena, ahora tiene la gran ocasión de invitar al mismo sitio con el también exgobernador Javier Duarte de Ochoa, sería interesante escucharlos a los dos, cada uno de ellos se conocen bien, hasta han tenido reuniones que terminan muy alegres. Sobre todo en estos días en  que se encuentra en las mismas posiciones de exfuncionarios estatales acusados y se podría decir que están al mismo nivel.

Sus voceros del panista  dicen que no tiene  ningún miedo,  que va viajar a Xalapa con un voluminoso paquete de amparos y que no le interesa enfrentarse con el gobernador Cuitláhuac García,  sino con el presidente López Obrador.

Si el Presidente de México no le presta atención a los expresidentes del PAN y del PRI,  que le va a atraer contestarle a uno de tantos exgobernadores y mucho menos el de Veracruz,  acusado por las fiscalías del país y del estado.

No le gusta perder el tiempo y se les olvida que López Obrador es muy diferente a la clase política corrupta de México y por otro lado el neopanista se encuentra muy lejos de estar a su nivel.