Comienzan a presentarse en el país,en algunas de las entidades federativas, escenarios inéditos de protesta que no se habían visto en lustros desde la gente del campo. Los mediáticos lo hacen vencer como luces rojas, mientras que el presidente se muestra firme a no ceder a presiones, ni chantajes de ninguna clase.
Los campesinos, que piden los “apoyos” de siempre para la realizar su trabajo, sus fertilizantes, mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador, les expresa quieren “billuyo” a quienes enfatizó que los mueven algunos zopilotes.
Y el secretario de agricultura, Víctor Villalobos, dice que no pueden decir que no se les ha atendido, informa que más del 95 por ciento de los fertilizantes comprometidos ya han sido entregados a los trabajadores del campo.
Las protestas causan molestias a la población por los cierres de carreteras, y mucha gente se desespera por lo que comenzaron a dar algunos desencuentros con los campesinos en algunos lugares.
La realidad nacional comienza a “viralizarse” en el campo, sector de siempre súper protegido, en donde se da el proteccionismo con un alto nivel del clásico paternalismo.
Sólo en los años ochenta se había registrado un fuerte movimiento de los trabajadores del campo, qué en aquel tiempo, bloquearon con tractores y trilladoras los accesos carreteros de la ciudad de México, que dejaron sin abasto de alimentos por casi una semana a los habitantes de la gran ciudad, la situación se complicó hasta que se dieron los acuerdos.
Los legisladores de Morena del Congreso federal, ya le solicitaron al presidente AMLO una reunión urgente, que dicen, para que ya se dé la orden para que suelten el presupuesto destinado a varios rubros incluidos los del campo, a causa de los famosos “ahorros”, ya no aguantan la presión.
Los diputados morenos, ya no aguantaron la presión en la Cámara de Diputados, y ahora andan llorando lo que no quieren o no pueden defender con argumentos válidos, como lo hace con mucha facilidad el presidente en sus conferencias de prensa mañaneras, en donde suelta su clásica ironía llena de fuerte carga emotiva de culpabilidad al pasado, ahora hasta se parecen a los zopilotes, “con respeto para los zopilotes”, al hablar del “billuyo” de antes.
Todas las quejas, que se dan en contra del gobierno federal, son por los ajustes de orden presupuestal, a donde los reclamos y ofensas se dan porque andan llorándole al dinero al que antes estuvieron acostumbrados.
En la realidad existen algunas bases serias y de lógica para darle viabilidad a las finanzas públicas y frenar corrupción e impunidad del pasado con las acciones del pasado, que abusaron del robo y del saqueo de los recursos públicos.
Ahora, también salen con que se va a cerrar a fin de mes del Centro Olímpico Mexicano por falta de recursos, anuncia el veracruzano, Carlos Padilla Becerra, aquel que, siendo alcalde de Xalapa, se fue de la entidad, porque sé peleócon el entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes, de mano muy dura.
En los viejos tiempos, se daba la costumbre de que el gobierno subsidiaba y paga todo, “se acabó” y nadie quiere ver la forma de obtener recursos para sufragar gastos, que bien se pueden buscar patrocinadores de las marcas comerciales, quieren todo peladito y en la boca, a como se acostumbraron.
La condición de toda la vida de los últimos noventa años, es la del mínimo esfuerzo, y todo se resolvía con la mano en el cajón, por eso los legisladores de Morena, seguramente irán de regreso con caras destempladas,ya que van a toparse con “la piedra y el coyol”, juntos, porque la filosofía de la austeridad republicana de la Cuarta Transformación apenas lleva casi ocho meses y ya hasta andan temblando porque no resisten los recordatorios familiares, y simplemente para que se meten y no se aguantan, ahora “tomen su lana”.
A AMLO, aun no se le puede juzgar y condenar por sus casi primeros ochos meses de un gobierno dispuesto a cambiar las viejas estructuras oxidadas del pasado y que crearon horrorosos métodos del “maiceo” con la gente de muchos sectores, a los que ahora no se quieren acomodar al nuevo régimen de Morena.
La chilladera por la “mamadera” como si fueran chamacos, es ya generalizada, de todos lados le meten ruido a la Cuarta Transformación, que hasta dicen que los bonos de simpatía y aceptación del presidente están a la baja, pero es algo normal, porque gobernar significa responsabilidad y no acceder a presiones y malquerencias, quedaron atrás los caprichos voluntariosos y eso que aún no meten al bote a ninguno de los líderes charros que abundan en el país, y también andan con el petate del muerto de la recesión por culpa de los ahorros presupuestales.
Hay que dejar, que pase el tiempo, que el nuevo gobierno de AMLO se acomode y que los que abusaron antes del poder sigan huyendo como moscas, hasta que se entienda que el gobierno ya cambió y ahora todos a ponerse a trabajar, que es la única opción en los nuevos tiempos del político tabasqueño que está cimbrando al mundo y al Anahuac, también.
Al final como diría el famoso Armando Ramírez, “que tanto, es tantito”, así es que poco a poco se entenderá que el gobierno a lo suyo y cada quien que se rasque con sus propias uñas, sin esperar a que caiga el maná del cielo. Así las cosas.
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