La migración nació con el hombre, por lo tanto, es una condición natural de los seres humanos, ancestral, muy antigua por lo que, en la generalidad, “todos en alguna parte de la existencia han sido parte de una vida nómada”, que se da cómo una necesidad de sobrevivencia, y así es en todo en los seres vivos en este planeta.
La evolución con la adaptación de las especies, desde la teoría Darwiniana, hasta los tiempos presentes, en donde hay quienes no aceptan que proceden de la propia migración, y después hasta la combaten con acciones xenofóbicas, como lo hace el presidente de EU, Donald Trump, quien hace la guerra a la migración y la lleva como una bandera para estar en contra de un principio natural de la humanidad,olvidando que su país fue fundado por migrantes.
El gobierno mexicano, asume posturas humanitarias, con apego a la sensibilidad y el trato de atención a seres humanos necesitados de ayuda, aunque desde EU, pretendan hacer a este país, parte de una lucha genocida, mal entendida y que no se acepta como política pública.
También es cierto, el asunto de la migración se sale de control, cuando desde algunos países en el mundo, los gobiernos son dictatoriales y ofensivos a los derechos humanos, además se convierten en los principales enemigos de la propia población a los que persiguen, maltratan y explotan, pasándoles por encima de sus derechos humanos y los más elementales derechos del hombre.
El mundo se muestra “tribal” desde los personajes que manejan el poder a base de la fuerza y la opresión, convertido en casi su totalidad en los modelos ancestrales que imperan con los ordenamientos globales de reprimir, sojuzgar y de someter a los pobres, a las mayorías miserables que huyen osadamente de los opresores, que usan a la “fuerza pública” como el arma de convicción a los intereses económicos de recaudación y de enriquecimiento, con los servicios caros y fuera del orden del bajo poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores, que no les queda nada más que medio sobrevivir o huir de la represión.
El mundo cambió, “y ya no es lo que era”, ahora se complican más los niveles de pobreza en el orbe, y por lo mismo crece la migración de la humanidad hacia nuevos horizontes insospechados, en los que se les va la vida si es necesario, con las clásicas cifras de logro para un reducido porcentaje de los miles que temerariamente salen a cambiar de horizontes, aunque el camino se traduzca en los peligros de siempre, en donde se lucha por la vida, la sobrevivencia, porque subsistir, es el fin de la cadena de los miles que van por el mundo buscando siempre, una oportunidad para las nuevas generaciones, en donde los niños sufren, a veces van solos y con el sufrimiento a cuestas de condiciones infrahumanas de dolor y cansancio, con la teoría de Darwin, muchos logran y cumplen el objetivo de llegar a la meta al adaptarse a la situación de una ruta salvaje y peligrosa.
El territorio mexicano, es una zona de paso natural, y su extensión propicia que deambulen y tomen su tiempo para recuperar fuerzas los que van al norte en busca del supuesto sueño americano. En este país a los migrantes se les trata de dar la mano con ayuda y alimentos, hasta con ofertas laborales importantes.
Los migrantes de la raza que sean, llevan en la mente, el cuerpo y en el alma, el anhelo de lograr su cometida, salvar a los de especie para seguir en un mundo desequilibrado e injusto, pero en donde les va la vida, para salir de la violencia en el planeta y de todos los inconvenientes.
La base fundamental de los seres vivos y más la de los seres humanos es el de la reproducción para mantener viva a la especie.
En algunos países desarrollados al extremo, los seres humanos no se reproducen, su población es muy longeva, y en la juventud no incluyeron en su programa de vida, el generar descendencia. Son países avanzados en donde incluso la delincuencia se abate al mínimo y no se cierran las cárceles, por la ausencia de delincuentes, eso el mundo debe cambiar, para equilibrar los espacios y darle oportunidad a la humanidad a que siga su evolución.
México, es un país “bullanguero y querendón”, aquí se han superado las posturas xenofóbicas y se da paso a la ayuda para que los migrantes sigan en su camino de peregrinar en su tránsito a lo que se piensa es la meca del mundo, alcanzar el “sueño americano”, que en ocasiones se les convierte en el peor infierno, hasta que logran pasar todos los obstáculos de abuso y mal trato, para emular hasta el pensar como ellos, y luego hasta combatir después a otros migrantes en la impronta situación de pretender ser en la imitación a los que antes los persiguieron.
Por cierto, en la reunión del G-20 que se realiza en Japón, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, cumple a plenitud con sus buenos oficios para representar a su país y al presidente AMLO.
El exjefe de gobierno y hoy secretario de Relaciones Exteriores, habla varios idiomas, perfectamente el inglés y el francés, por lo que en su misión diplomática estará avanzando en abonar para México y evitar tantas exigencias en contra del mundo migrante que pasan por el territorio nacional en la búsqueda de su sueño.
Marcelo Ebrard, recibió trato de “Primer Ministro” muy cordial de los jefes de estado, y esto habla bien del presidente López Obrador, al favorecer al funcionario idóneo por los buenos oficios, que está creciendo políticamente y si el tiempo se lo permite seguramente podrá ser el mejor relevo en el que nunca se pensó de tener a un presidente con su capacidad y talento, necesario para enfrentar a la globalidad, desequilibrada en donde México está dentro de las veinte potencias más grandes en el mundo.
En otro asunto, culminó con éxito en Boca del Río, el Foro Latinoamericano de Comunicación Política y Gobierno que organiza el consultor internacional veracruzano, Alejandro Lara Villegas.
Entre los participantes, destacó el famoso misantleco Javier Hernández, un impulsor de Morena en aquella región, que sobresalió entre los asistentes por su experiencia en el terreno político-electoral. Así las cosas.