El colmo del Sistema Estatal Anticorrupción, SAE, es que quien deja el cargo como titular, y presidente del Comité de Participación Ciudadana, Sergio Vázquez Jiménez, se va con sendas quejas por una inmoral conducta al frente del organismo, ente que exige precisamente, un liderazgo responsable y con calidad moral.

Pero Vázquez Jiménez fue todo lo contrario. Llegó como parte de una posición política, y bajo la sugerencia del entonces gobernante, y etiquetado por Acción Nacional, el partido en el poder, durante la pasada administración de dos años.

Designado para dirigir los destinos del SAE, Sergio Vázquez enfrentó en los últimos meses acusaciones de nepotismo, alza de salarios en forma injustificada a personal de su preferencia, despidos de igual manera de otros tantos empleados y por si fuera poco, un manejo bajo sospecha del presupuesto destinado al Sistema.

Y es que apenas a mitad del ejercicio 2019 le deja un buen paquete al entrante encargado del SAE, Emilio Cárdenas Escobosa, por cierto quien fuera parte del comité estatal del PRI con Miguel Ángel Yunes como Presidente de ese partido.  En seis meses, Vázquez acabó con casi todo lo destinado para la operación del organismo de todo un año. La nada despreciable cantidad de 20 millones es el presupuesto asignado.

Pero lo más grave, es que al flamante zar anticorrupción, paradójicamente, las denuncias por corruptelas le llovieron al final de la administración del SEA. Y es que Vázquez Jiménez no renuncia para, -como quiso aparentar- dar la cara por las demandas que ha interpuesto en su contra el ayuntamiento de Xalapa. No, no es renuncia, sino que simplemente se le terminó el periodo y debió dejar el encargo.

Los señalamientos de casi una treintena de extrabajadores del SAE fueron en el sentido de que sufrieron despido injustificado y no fueron liquidados conforme a derecho. Qué verían del ex titular que exigieron minuciosa auditoría “dado que no se puede permitir más corrupción y que los recursos no estén siendo aplicados correctamente”.

Uno de los quejosos, fue José Leonardo Hernández Montiel quien era jefe del departamento de Enlace Municipal quien dijo que aunque les ofrecieron liquidarles en “los siguientes días”, es necesario que la sociedad vigile las acciones del SEA y exija cuentas sobre la aplicación de los recursos.

Y es que además se criticó la forma en que Vázquez Jiménez manejaba el Sistema de manera anárquica y contratando personal a diestra y siniestra, por lo que hizo despidos para tener plazas disponibles a su antojo.

En medio de ello, en meses pasados durante una de las sesiones, el cargo de Secretario Técnico fue otra evidencia de los intereses del susodicho.

Tan no había confianza que los representantes de los órganos que componen el SAE: Fiscalía General, Contraloría, Poder Judicial, IVAI, Tribunal de Justicia Administrativa, y el propio Comité de Participación Ciudadana (CPC) rechazaron la terna para elegir al Secretario.

En ese momento, en la crónica de lo sucedido se expresaba: “En medio de la lucha de poder que protagonizó Vázquez se recuerda el encontronazo que se dio entre Sergio Vázquez, presidente del CPC y Noé Hernández, quien hasta ayer fue el titular interino de la Secretaría Ejecutiva del SEAV. Ambos se señalaron mutuamente de actos de corrupción”.

Sergio Vázquez fue señalado de injerencia indebida dentro del sistema con la intención de incluir a allegados en los puestos de decisión y en la toma de decisiones.

Y lo más delicado, de lo que al salir del SAE Vázquez tendrá que responder legalmente, son las recientes denuncias del Ayuntamiento xalapeño donde se le requiere que de cuenta de los millones de pesos que le fueron asignados por “contratos fantasmas” a los despachos de contadores y abogados de su propiedad.

Así, un zar anticorrupción se va con la cola entre las patas, por la puerta de atrás, pero además más que señalado de lo que se supone debía evitar en el manejo de recursos públicos.

MUY EN CORTO

ZENYAZEN Y CISNEROS. ¿GUBERNATURA? Ha corrido la versión que al interior del gabinete la lucha entre el secretario de Educación, Zenyazen García Escobar y el titular del área de Gobierno, Eric Cisneros es cada vez más enconada y evidente.

Las pugnas por posiciones o por el control político de la dependencia, pero también por los fuertes intereses que se manejan en ella, ante el millonario presupuesto que tiene la SEV, son cada vez más claras.

Y se afirma que hasta podría ser que una de las razones sea la temprana y desesperada lucha por la gubernatura. Habrán de ir saliendo más cabos para atar.

Lo más grave es que uno se dice protegido totalmente del que manda en Veracruz, y el otro, se siente el brazo derecho inamovible. Piedra con coyol.