En Veracruz hay eternos líderes sindicales que en la mayoría de los casos sólo se separan de sus cargos cuando mueren, de lo contrario son eternos, ya que no les conviene dejar su mina de oro. Y parece que en el ramo educativo han encontrado su aposento y su inmensa fábrica de la fortuna.
Recientemente se destapó la cloaca en el Subsistema del Cobaev y donde la lideresa sindical, Erika Ayala, priista pero con bandera de conveniencia, dejando al descubierto aberraciones como la de asignar plaza a su hijo, recién entrado en la mayoría de edad, sin licenciatura, pero con tiempo completo y sueldo de 26 mil pesos al mes.
Tal parece que es en la educación donde está la corrupción crónica y más rentable, puesto que los funcionarios que llegan cada sexenio se retiran, roban, y se van, pero los que ostentan las riendas de los distintos gremios se vuelven permanentes saqueadores del sistema.
De esta forma, uno de los que han encontrado más que su mina de oro, la cómoda manera de vivir en la opulencia amasando grandes fortunas, es el dirigente estatal del Sindicato Unificador de Trabajadores al Servicio del Estado y del Magisterio (SUTSEM), Ricardo Diz Herlindo, quien desde el 1 de enero de 1993 ingresó al sistema educativo como profesor de bachillerato, pero al mismo tiempo ha gozado del privilegio de la figura de comisionado sindical.
Es decir desde hace más de 26 años el dirigente gremial no ha movido un solo dedo en su tarea como docente.
Durante este lapso ha sido profesor titular “B” y “C” conforme a sus intereses, por tener el poder desde el sindicato, y desde donde le gusta presionar cuando las cosas no salen como quiere o no responden a sus beneficios.
Con 26 años anquilosado en el sindicalismo, este representante sindical actualmente es profesor titular “C” de tiempo completo, de asignatura “B” con seis horas, adscrito a Bachilleres en Minatitlán, y justamente por estar en la zona económica “A” (la más alta) su sueldo mensual es de casi 40 mil pesos, lo grave de esta “corrupción” dentro del magisterio es que nunca ha dado clases.
Y mientras maestros exigen una plaza con por lo menos 8 horas, y otros reclaman que les paguen pues desde el mes de agosto no tienen sueldo, este dirigente cuenta con todas las de la ley más, bajo comisión con un oneroso sueldo.
Pero eso no es todo. Por ser la cabeza de este sindicato recibe una prima por antigüedad similar a su sueldo mensual, así que su percepción alcanza los 80 mil pesos.
El poder de Diz Herlindo lo centra en la representación que le confieren sus agremiados sin saber los jugosos dividendos que a sus costillas obtiene. Y es que a su cargo tiene más de cinco mil docentes en la entidad veracruzana, a quienes no les queda más que callar, pues el uso del “garrote” está a la orden del día, si es que llegan a por lo menos intentar echárselo de enemigo.
Hoy desde su trinchera y coto de poder quiere seguir presionando a quien está al frente de la Secretaría de Educación de Veracruz - en turno está Zenyazen Escobar García – sólo que los tiempos y el régimen ha cambiado.
Seguro que con todo y el chantaje que pretende, Diz Herlindo no la tendrá fácil, como la tuvo en tiempo de los priístas y yunistas, cuando negociaba a su antojo y conveniencia, donde llegó a favorecerse hasta con más de 30 plazas dentro de la SEV.
Incluso, en la administración de Miguel Ángel Yunes Linares hizo convenios al por mayor, afirman que no salía de la oficina de la SEV desde donde despachaba Enrique Pérez Rodríguez, y con quienes eran amigos por conveniencia.
Al no salir las cosas como las planeó, hoy Diz Herlindo vuelve a ocupar la presión del sindicato para seguir con sus actos de corrupción, pero se topó con pared en la SEV, y la que será difícil de romper.
Por lo que otros tiempos le esperan al sindicato corrupto del enquistado líder magisterial.
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