Para la gente que vive en el sur de Veracruz, quienes vivieron el boom petrolero,  no les resulta extraño la vida ostentosa de los dirigentes sindicales de las secciones petroleras.

No resultó ninguna sorpresa lo que se ha publicado sobre los costosos departamentos en el extranjero del líder nacional, Carlos Romero Deschamps, sus  aviones privados, yates de lujo y todo lo que posee su familia, ya que de manera proporcional  ese fue el tren de vida de sus líderes locales.

Dentro de las personas acusadas figuran un grupo de compañeros de Romero Deschamps donde figuran estos comparsas de los  jefes de las secciones.

Se maneja de manera escandalosa una villa en Miami Beach, cuyo costo se estima en 161 millones de pesos. Cuyas amenidades son superiores a las de un hotel de gran turismo. Dicha propiedad está a nombre de su hijo, José Carlos Romero Durán.

También posee el junior autos Ferrari de edición limitada con valor de dos millones de dólares.

Existen constancias que en los primeros años del siglo, el sindicato recibió del gobierno federal más de 2,000 millones de pesos y que una buena parte fue desviada para las campañas electorales del PRI.

Los jefes sindicales de Coatzacoalcos rentaban aviones privados para que sus esposas fueran a comprar papel de baño a McAllen, Texas. Es que era más suavecito.

No merece una respuesta

Sobre la crítica que hiciera Luis Velázquez al Diario del Istmo no hay ninguna respuesta, cuestión de principios y el lamentable olvido de la memoria. Una mirada hacia atrás vale más que una hacia adelante.

Nunca le ha servido a nadie la experiencia de otros.

Médicos e ingenieros militares, los mejores

Cuando critican al presidente Andrés López Obrador sobre las grandes obras que va a realizar, como el aeropuerto de Santa Lucía, el manejo y mantenimiento de esa terminal aérea, las construcciones de los  cuarteles de la Guardia Nacional en Santa Fe y, que todo ello será realizado por ingenieros militares.  Resulta obvio que no se requieren licitaciones  y los costos serán más baratos.

Le censuran a AMLO la importancia que le da a la Secretaría de la Defensa,  en actividades supuestamente ajenas a los quehaceres de las fuerzas armadas.

Desconocen los que lo reprochan que entre los mejores constructores son precisamente los egresados del H. Colegio Militar, donde existe la carrera de ingenieros. Como ocurre con la Escuela Médico Militar, donde se preparan los especialistas de la medicina moderna más reconocidos a nivel nacional.

Muchas obras como el Hospital Central Militar de la ciudad de México, el H. Colegio Militar, el cuartel de la Boticaria en Veracruz, el dique seco en los puertos mexicanos y la construcción de las barreras marinas que cuenta Boca del Río fueron construidas por ingenieros constructores con sus batallones de zapadores.         Por conocimiento personal, mi señor padre fue director de dicho Colegio Militar.

Que se recuerde no se han caído con los sismos ninguna instalación de las fuerzas armadas. Se recuerda la preferencia social que existe por la atención de un médico militar especialista.

Los presidentes de México, por lo regular son atendidos por estos galenos.