Por Maquiavelo
Columna: Se dice
Se terminó la tregua
2019-02-14 | 07:14:41

La singular manera de lavarse las manos del ilegal millonario contrato sobre las luminarias del presidente municipal del puerto de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, fue señalar como culpable directo a la anterior administración priista de Ramón Poo, quien autorizó y firmó esa deuda que tendrán que pagarlas por los próximos quince años.


De esta manera acusa a su antecesor como el autor intelectual y material de ese ilegal negocio. Televisión Azteca le diera su espacio estelar, lo que motivó una urgente reunión del clan familiar yunista.


Entendieron que esa línea viene de muy arriba.


Por otro lado, el gobernador Cuitláhuac García acusó de desfalco por más de cuatro mil millones de pesos a Miguel Ángel Yunes Linares, como una clara señal de que el período de tregua política ya se terminó.


Estos dos serios avisos se dan después de una reciente reunión que tuviera el ejecutivo estatal con la Fiscalía General del Gobierno Federal.


Siguiendo las instrucciones del presidente López Obrador, apuntar que los culpables de estos actos de corrupción son las cabezas.


El equívoco de la comunicación oficial


Durante los dos años del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, el tema preferido era el del exgobernador Javier Duarte de Ochoa. Columnas y notas de portada eran dedicadas al corrupto funcionario priista. Fueron 24 meses en que se capitalizó esta negativa campaña para beneficio del PAN por las raterías de los duartistas.


Lo obvio es  con el gobierno de Cuitláhuac García cambiaría el enfoque mediático,  sería  la pésima administración yunista, conscientes que la única manera de terminar con esa nefasta etapa para aquellos que habían considerado la gubernatura como un patrimonio familiar.


Nadie hubiera pensado que serían los nuevos funcionarios morenistas los protagonistas de las impugnaciones mediáticas. Se aprovechan los panistas de las naturales diferencias de un gobierno nuevo.


Para cualquier analista político, es una grave falla del personal de comunicación oficial, quien debe cuidar la imagen de la administración gubernamental morenista. No se pueden voltear los papeles y olvidar quienes son los verdaderos culpables del desorden en Veracruz.


Cuentan los yunistas con cuantiosos recursos para demoler la imagen de la administración morenista no hay la menor duda, de esa campaña no se escapan los miembros de su gabinete y la difusión de las traiciones de los diputados locales que son sobornados con el dinero público sustraído.


PRI, un partido inexistente


Antes de que se acabe de hundir el barco, al PRI hay que reposicionarlo, para levantarlo de esa minoría casi inexistente y para lograr esa hazaña tiene que recuperar su ideología de centro izquierda.


Francisco Labastida, excandidato presidencial que perdiera con Vicente Fox hace la advertencia de recuperar las ideas y evitar la intromisión del expresidente Enrique Peña, no debe meterse en la definición del partido que queremos.


El PRI es un partido prácticamente inexistente. Ha tenido los peores presidentes. Dirigentes que nunca habían participado en una elección. Enrique Ochoa y Humberto Moreira ni siquiera conocían al país.


Manlio Fabio Beltrones fue un buen presidente. Peña Nieto no lo quería. Varios secretarios del gabinete le jugaron las contras.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018