Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Política de avestruz
2019-02-08 | 08:07:17

Cuando un gobernante manipula, minimiza o de plano desmiente por adversa la realidad, sus gobernados quedan inermes y expuestos obviamente a una situación peor.


Y es que este jueves, en Xalapa, en la céntrica Plaza Clavijero, a escasas tres cuadras de la sede del Ayuntamiento y del Palacio de Gobierno, fue ejecutada la lideresa de los comerciantes, María del Carmen Ruiz Hernández. El hecho ocurre a trece días de que el gobernador Cuitláhuac García pusiera en marcha el programa Cero Tolerancia a la Violencia Contra Mujeres y Niñas.


Esta ejecución se da luego que la noche del lunes pasado, en la colonia Progreso Macuiltépetl, fue acribillado frente a su domicilio un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública que comandaba la banda de guerra de esta institución policiaca.


La violencia e inseguridad en Xalapa, atribuida a grupos del crimen organizado, comienzan a registrar los mismos niveles que marcaron los inicios de los sexenios de los exgobernadores Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, en 2005 y 2011, y que también alcanzaron el bienio de Miguel Ángel Yunes, en cuyo cierre de su corta administración, el 12 de junio de 2018, fue ejecutado también un hombre en el céntrico mercado “Jáuregui”.


Entrevistado tres días después de este homicidio, acerca de las mantas que en dicho mercado popular y en otros puntos de la capital veracruzana colocó un grupo delincuencial, Yunes Linares se negó a contestar, argumentando que “si nos metemos en esto (con las mantas), lo que hacemos es darles difusión a quienes quieren llamar la atención.”


Cuatro meses después, a mediados de noviembre, ocurrió una explosión en el mismo mercado xalapeño situado a escasas dos cuadras de Palacio de Gobierno. Según la versión oficial, se trató de un accidente, pero algunos locatarios lo atribuyeron a una acción intimidante de un grupo criminal que supuestamente les cobra una cuota por “derecho de piso”.


Lamentablemente para los capitalinos, desde el lunes 28 de enero renunció Julio César Sánchez Amaya a la Dirección de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal, sin que hasta el momento se conozcan oficialmente las causas de su dimisión al cargo que ocupó durante un año en el Ayuntamiento de Xalapa.


Pero lo más preocupante es que hace una semana, entrevistado sobre el cierre de una tradicional papelería xalapeña debido a la inseguridad, el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero declaró que “no fue un tema de seguridad” sino que lo atribuyó a problemas internos de los dueños, prometiendo que “en breve lo vamos a aclarar”.


Sin embargo, días después lo desmintió Ernesto Pérez Astorga, secretario de Desarrollo Económico del gobierno del Estado, al confirmar que la papelería había cerrado para “asegurar el bienestar” de sus colaboradores.


“Tenemos un negocio que cerró en la ciudad de Xalapa, en donde se viralizó una fotografía, precisamente en donde decía que por temas de inseguridad cerraba. (…) Yo me enteré por redes sociales. Desafortunadamente los dueños tomaron una decisión”, dijo el empresario xalapeño.

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