Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Winckler: mal perdedor
2018-12-11 | 08:17:57

El abogado yunista Jorge Winckler Ortiz sabe muy bien cómo llegó en diciembre de 2016 a la Fiscalía General del Estado, pero parece ignorar que con el cambio de partido en el poder él ya no tiene cabida ahí aunque haya sido “electo” por 9 años, tal como en enero de 2015 el Congreso local había designado también por el mismo periodo a su antecesor, el duartista Luis Ángel Bravo Contreras.


Si Winckler llegó con Miguel Ángel Yunes Linares hace un par de años, por lealtad debió haberse ido con él luego de la estrepitosa derrota electoral de julio pasado. A los dos les consta que la autonomía constitucional de la Fiscalía es otro mito genial, mera simulación, como el propio abogado oaxaqueño se encargó de evidenciarlo durante el pasado bienio con su descarada abyección hacia el exmandatario estatal del PAN.


Winckler apostó al fallido proyecto sexenal del yunismo y perdió. De haber triunfado entonces se habría quedado por lo menos otros seis años más en la FGE. Pero no fue suficiente su aportación como fiscal para impulsar la repudiada candidatura de Miguel Ángel Yunes Márquez. Erró en su cálculo, como se vio con el caso de la exprimera dama de Veracruz exiliada en Londres, Karime Macías de Duarte, cuya persecución llegó a estimar que le abonaría por lo menos cinco puntos porcentuales en las preferencias electorales al primogénito del exgobernador, los que al final no le alcanzaron.


Tampoco el encarcelamiento de Luis Ángel Bravo, fraguado calculadoramente dos semanas antes de las elecciones. Con la aprehensión del exfiscal quiso matar dos pájaros de un solo tiro: sacarle raja electoral a la campaña persecutoria contra los exduartistas y satisfacer las ansias vengativas de su incondicional Maryjose Gamboa Torales, diputada local del PAN, una mujer despechada que le cobró muy caro su desamor al abogado cordobés, quien pese a la presunta relación sentimental que mantuvo con ella, no se tentó el corazón para procesarla penalmente por la muerte accidental de José Luis Burela López, un joven tatuador profesional egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, que en julio de 2014 fue brutalmente atropellado  por Gamboa en el bulevar Miguel Alemán, de Boca del Río, en cuyo ayuntamiento presidido por Yunes Márquez colaboraba como directora del Instituto Municipal de la Mujer.


Bravo Contreras, como ya se sabe, también por despecho quiso refundir en la cárcel a Gamboa, cuyo abogado defensor fue Winckler Ortiz, el mismo que desde el 17 de junio pasado tiene en prisión al exfiscal duartista “por su probable intervención en la comisión del delito de desaparición forzada de personas, en la modalidad de entorpecer la investigación y apoyar a que los responsables de su comisión eludieran la acción de la justicia”.


Al litigante oaxqueño se le olvidó el acuerdo no escrito que Luis Ángel convino con Yunes Linares para que el 28 de noviembre de 2016 incorporara primero a Winckler en la Visitaduría General de la FGE y posteriormente, a principios de diciembre de ese mismo año, le cediera la titularidad de este organismo con supuesta “autonomía constitucional”.

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