Dada la situación de emergencia humanitaria, de seguridad pública y financiera por la que atraviesa Veracruz, se esperaba que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegara a la entidad el domingo pasado a reunirse con el gobernador Cuitláhuac García para tomar acciones concretas con los colectivos de los familiares de los desaparecidos, con los jefes militares y policiacos de la nueva Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y, sobre todo, para definir cómo apoyará a la nueva administración morenista para cumplir con los compromisos de fin de año en cuanto al pago de salarios y aguinaldos de los miles de trabajadores al servicio del estado, pues el exmandatario panista Miguel Ángel Yunes Linares no les dejó recursos ni para las piñatas de las posadas navideñas.

Pero López Obrador optó por la plaza pública, en cuyo mitin reiteró los mismos apoyos que prometió a los veracruzanos en su campaña y que ahora, como jefe del Poder Ejecutivo federal, intentará cumplir.

Sin embargo, de todos los anuncios, el más sorprendente fue la creación de 9 universidades públicas más en Veracruz, pues actualmente la mayoría de las casas de estudios superiores del País enfrentan una severa crisis financiera. Casualmente ayer, miembros de diversas organizaciones sindicales universitarias exigieron a los diputados federales más recursos para sus centros de trabajo.

“Hay un proyecto de Andrés Manuel López Obrador de construir 100 universidades, está muy bien, ojalá que funcionen, pero antes de eso se deben de subsanar las finanzas de las universidades públicas y eso no se hace dándole un aumento igual al de la inflación porque se quedarían igual, hay muchas que están al borde de la quiebra y otras que para allá van”, dijo el líder del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, Agustín Rodríguez.

De acuerdo con el documento “Situación de Universidades Públicas Estatales con Problemas Financieros” de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, el déficit acumulado de 10 universidades del País encabezadas por la UV era, hasta abril de 2018, superior a los 18 mil 619 millones de pesos.

Los casos más graves son los de la Universidad Veracruzana y la del Estado de México. En el caso de la UV, sus gastos superan a sus ingresos por más de 3 mil 110 millones de pesos, mientras que en la del Edomex, la diferencia es de más de 2 mil 678 millones.

En este informe se consigna que la Universidad Veracruzana es un caso particular porque se enfrenta a un menor flujo de los recursos ofrecidos o convenidos por los gobiernos estatales. El reporte apunta que esta situación deficitaria llevó a la UV y a otras universidades a incurrir en adeudos al Sistema de Administración Tributaria (SAT) y a proveedores de seguridad social, así como en préstamos bancarios e incumplimientos diversos que generaron costos adicionales. “El menor crecimiento del subsidio federal y la fuerte reducción de fondos extraordinarios de la SEP durante 2016-2017 agravaron la condición financiera de esas universidades”, remarca.

El 6 de noviembre pasado, rectores de 10 universidades, entre ellas la UV, demandaron al gobierno federal recursos extraordinarios por 2 mil 500 millones de pesos que, según advirtieron, serían utilizados sólo para concluir el presente ejercicio fiscal.