Si en un principio solo se especulaba que la liberación escalonada de tres exfuncionarios duartistas del reclusorio de Pacho Viejo podría tratarse de una confabulación fríamente calculada para desacreditar al debutante régimen de MORENA entre el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y sus testaferros que dejó incrustados en dos posiciones estratégicas por ser instancias constitucionalmente autónomas: la Fiscalía General y el Tribunal Superior de Justicia del Estado, ayer, el titular de la FGE, Jorge Winckler Ortiz, se encargó de disipar todo tipo de dudas.

Y es que inicialmente generó sospechosismo que de pronto, a partir del tercer día de que concluyera la administración de dos años del exmandatario panista, comenzara a darse la excarcelación de Mauricio Audirac, exsecretario de Finanzas y Planeación; luego, Francisco Valencia, exdirector de la CAEV, y este miércoles Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública–, excarcelaciones que casualmente ahora el abogado yunista no quiere asumir su alto costo político sino que pretende endosárselo a la nueva administración del gobernador Cuitláhuac García.

Este jueves, en conferencia de prensa, Winckler afirmó: “A partir del nuevo gobierno, las puertas del penal se abrieron de par en par. Son aliados los duartistas de este gobierno.

Al combatir la corrupción, tocamos intereses muy poderosos”, dijo Winckler, como si Cuitláhuac García pudiera haber incidido en los jueces del Poder Judicial del Estado o en los magistrados federales del Tribunal Colegiado que les otorgó los amparos a los tres ex funcionarios duartistas liberados en menos de 72 horas.

“Hubo gente intocable, fue a disposición de los jueces, ahora desde Palacio de Gobierno se quiere poner como víctimas a quienes saquearon y afectaron al Estado. Les estorban (estas investigaciones) y les estorbo. (Los duartistas) tienen como aliado al gobernador (...) quieren removerme por oscuros intereses”, pretextó Winckler, quien está por ser sometido a juicio político por el Congreso local que controla el grupo legislativo de MORENA.

El fiscal yunista criticó que Cuitláhuac García declarara que existieron vicios en las carpetas de investigación y consideró sospechoso que con base en ese mismo señalamiento el actual secretario de Gobierno, Eric Cisneros, anticipara la salida de los exduartistas. Winckler rechazó que las indagatorias hayan sido mal fundamentadas y negó una negociación con los acusados, como los abogados de Bermúdez Zurita y el propio ex secretario de Seguridad Pública lo afirmaron a los medios de comunicación.

La conferencia de prensa del incondicional de Yunes fue considerada como una última patada de ahogado, pues este jueves la diputación de MORENA, con el apoyo de los legisladores del PRI, PRD, Movimiento Ciudadano, del grupo mixto “Del Lado Correcto de la Historia”, y hasta de dos diputadas del PAN, aprobó la llamada “Ley AntiWinckler” que faculta al Congreso local para removerlo de la FGE.

Con su remoción, el exgobernador panista perderá a uno de sus peones que en el proceso electoral de este año operó abiertamente a favor de la candidatura de su primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez.

Yunes Linares se quedará sin una importante cabeza de playa para cumplir su reto lanzado el último día de su administración. “Me voy pero no me voy, aquí estaré entre ustedes, dejo un cargo pero nunca dejaré de ser un veracruzano que ama profundamente a Veracruz. Hoy se inicia de nuevo la lucha, la lucha sigue, hoy dejamos el gobierno del Estado, pero Veracruz requiere de hombres grandes para encabezar la grandeza de Veracruz, y en 2024 lucharemos para que Veracruz tenga un gobernador a la altura de su grandeza”, dijo en la inauguración del remodelado Bulevar Manuel Ávila Camacho, al lado del alcalde porteño Fernando Yunes, su otro hijo dedicado a la política.