Ha sido fuertemente criticado el hecho que se haya revivido a dinosaurios dentro del PRI que solo hacen mella al candidato José Francisco, Pepe, Yunes Zorilla. Como el caso del Ranulfo Márquez Hernández, y quien en su momento se le vinculó como uno de los implicados en el famoso video gate de apoyos de Sedesol, que le costara separarse del cargo, y la misma suerte corriera el entonces titular de Finanzas, Salvador Manzur.
Pero no solo eso, pues además parece que su presencia lejos de abonar está creando roces al interior de los cuadros y sobre todo, con las candidaturas a diputaciones locales que son las que se deciden en el seno del PRI estatal y su consejo. Y si no se cree así, entonces ahí está el ejemplo de la ex funcionaria municipal de Veracruz puerto, Guadalupe Tapia, cuyo mensaje en contra de su partido ya anda circulando en redes y medios.
El asunto pues, deja en evidencia al dirigente estatal Américo Zúñiga ya que pareciera que le hacen la mal hora desde el interior. El propio Ranulfo quien fuera por cierto su compañero de gabinete, y quien no logró contener a su recomendada le abona al tema quien sabe si intencionalmente.
Y es que su mano debió actuar antes y no después de la inconformidad que se gestó en el distrito Veracruz puerto urbano por parte de Tapia González, sino pudo ser con anticipación al permitir que se inscribiera en el mismo distrito donde ya prácticamente estaba amarrada la ex directora de Servicios Municipales, Fabiola Balmori.
Y es que precisamente después de ver los primeros registros durante la semana es obvio que en el caso del distrito de Veracruz I4 por donde se estaba moviendo como pez en el agua Balmori Durazzo y que fuera desplazada al distrito vecino por Tapia González no es más que un mensaje de que las cosas al interior no están caminando bien, y que el cabildeo traía señales encontradas.
La que estaba más que puesta por esa jurisdicción era Balmori a quien, como se sabe, habían corrido al distrito 15 llamado Veracruz rural, pero la reconsideracion al regresarla es lo que pudiera haber molestado a Tapia. Este martes el presidente de la Comisión de Procesos Internos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Carlos Brito Gómez daba a conocer que el próximo 29 de enero se sabrán los nombres de los precandidatos a la diputación local por el método de convención de delegados.
Pero también trascendió la lista de los que acudieron al registro como son la diputada local Janet García Cruz, que buscará su reelección por el distrito de Córdoba; el también diputado local Carlos Guevara Morales, que buscará mantener el escaño en la siguiente Legislatura por el distrito de Perote.
Además Víctor Benavides Cobos, que se registró también por el distrito de Poza Rica; Tania Ivette Estrada Núñez, por el distrito 28 de Minatitlán. Ahi se dieron los contrastes.
El tema aquí sin duda es que Américo debe poner control en el caso de las pre-candidaturas de su partido. Sobre todo que son designaciones y no consulta a la base. Y es aquí cuando se cuestiona entre la militancia para que dejar que precisamente Lupita Tapia, la “ahijada” de Tonicho Márquez, se inscribiera como pre-candidata en el mismo distrito que La Balmori cuando ésta ya tenía adelantado el camino.
Y no necesariamente porque sea la más fuerte sino porque Fabiola trae el apoyo de Carolina Gudiño, Anilú Ingram, Ramón Poo, Marlon Ramírez y hasta de Raúl Díaz quien ayer anunció su salida del PRI municipal en el puerto, donde el más viable sucesor, como ya se comenta, será el sobrino del líder petrolero, Víctor Flores Morales, Jorge Flores.
De esta forma el que queda mal parado no es Tonicho, pues a su arcaico estilo solo se dedica a presionar para sacar raja.
Y si no fuese así, basta ver otro ejemplo con Fabiola Santoyo, quien trabajó en Protección Civil en los tiempos de Márquez, a la cual también quiere para el distrito rural donde todo indica que la elegida es Belem Palmeros, Y quien tiene la venia del pre candidato a gobernador. Entonces se preguntan, ¿A qué le juega Ranulfo? puesto que se dice Fidelista y Américo fue su compañero de gabinete, pues en la política las coincidencias no existen, pero sí el “hambre de poder”.