Aunque a veces parece que están desorganizados y que le apuestan todo al arrastre que pueda tener en las urnas su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, lo cierto es que en Veracruz sí hay una estrategia.
Misma que está centrada en sus tres principales figuras locales tales como el abanderado a la gubernatura, Cuitláhuac García Jiménez y los aspirantes al Senado de la Republica, Rocío Nahle y Ricardo Ahued.
La intención es potenciar sus “bastiones” y equilibrar lo que el PAN pretende repetir en la zona metropolitana Veracruz-Boca del Río donde busca hacer un “colchón” de votos que se clave para ganar.
Ese “boquete” los morenos lo pretenden compensar, en primera instancia, con Xalapa cuyo legislador federal es el virtual candidato a gobernador y quien han sido reforzado con la invitación del ex alcalde Ahued Bardahuill, una dupla que pretende arrasar en la capital del estado. Además de que se encuentra en este momento, por primera vez, y es la primera capital en el país, gobernadada por el Movimiento de Regeneración.
Pero por si no fuera suficiente está Coatzacoalcos y su legisladora federal Rocío Nalhe, quien será la primera fórmula al Senado, por lo que se espera lograr otra copiosa votación que pueda emular el tres a uno que los azules logran sacar en sus zonas electorales cautivas.
En ese sentido, si logran anularse mutuamente en dichos distritos que son los bastiones, entonces la pelea puede ser más pareja en las otras partes de la entidad veracruzana y el resultado se antoja de pronóstico reservado.
La otra parte de la estrategia consiste en que aquellos votos de castigo que en el 2106 se fueron con el PAN y su entonces candidato Miguel Ángel Yunes ahora se canalicen para MORENA, decepcionados por el llamado Gobierno del cambio.
Algunos afirman que en el caso de la gubernatura esta vez los votos no serán para Cuitláhuac porque en su momento sólo fueron de castigo para el PRI, pero hay quienes aseguran con mayor argumento, que se repetirá esa votación que llevó al catedrático e investigador a obtener 800 mil sufragios a su favor, apenas 200 mil debajo de Acción Nacional y 100 mil del segundo sitio como coalición que encabezó el PRI con Héctor Yunes.
Ahora bien, le apuestan como una variante más en su estrategia, ya hablando de la disputa para gobernador, que en la planilla se pueda dar una votación de arrastre, y sumados a esta aceptación, se agreguen los votos que por inercia en favor de AMLO recaigan en Cuitláhuac.
El PAN aprieta con todo, propios y extraños, para que la transferencia generacional se logre con éxito. Y es que como dice un analista de sepa, quién no va a querer a apoyar a su hijo, o invertido, quién va a permitir que pierda su hijo si tienes todo el aparato para hacerlo ganar.
MUY EN CORTO
CHOQUE INTERNO AZUL. Mal y de malas la están pasando los estrategas de comunicación al no poderse coordinar con el vocero del gobierno estatal, Elías Asaad. Afirman que cada vez es más ríspida la confrontación interna entre el equipo del gobierno en turno y el del pre candidato del Frente que integran PAN, PRD y MC.
La estrategia de comunicación no está funcionando, y peor aún, el vocero Assad no ha cumplido con la encomienda de ir blindando al ex alcalde Miguel Angel Yunes Márquez lo que ya empieza a colmar de piedritas al mandatario veracruzano y obviamente al propio aspirante.
Más cuando le abonan los comentarios nada buenos de los operadores de Yunes Márquez cada vez que pueden acercarse o ven una rendija para informarle a Yunes Linares de los desatinos del responsable de la política de comunicación social.
Y es que si bien no es su función ni debiera intervenir en una tarea que en este momento es partidista y pre electoral, pero las pifias le aporrean de rebote o directamente al virtual abanderado del partido albiazul, amarillo y naranja. Ya ni se diga el descrédito institucional que no puede disminuir de las portadas de los medios impresos, radio y TV.