Salvo que cuente con una estrategia de mercadotecnia de primera o que al menos permita revertir el impacto en la opinión pública confunde el sentido de su postura en la que se pronunció ayer dirigente del PRI, Américo Zúñiga Martínez, quien ayer acompañó en su gira al pre candidato a la gubernatura, José Francisco Yunes Zorrilla.

Durante sus declaraciones, el ex alcalde de Xalapa fijó su posición en torno a que no se aprovechará de la situación de la inseguridad y violencia que priva en la entidad para capitalizarla políticamente.

No sacará raja política, diría en términos políticos coloquiales, cuando los comunicadores le inquirieron sobre el tema que es lo que más está impactando a los veracruzanos.

Lo que confunde es que el propio Américo no pretenda hablar del tema o incluirlo como partido cuando es lo que más lacera a la sociedad y, por ende, lo que debe estar en la agenda del partido y del candidato que representa.

No hablar de violencia o inseguridad es como un silencio cómplice de lo que lastima y daña a la sociedad veracruzana. La postura de Américo quien apenas el sábado tomó posesión como presidente del Comité Estatal del partido tricolor contradice lo que al mismo Pepe preocupa y al proyecto de la gubernatura para el 2018 debiera darle dolor de cabeza.

Si bien en su toma de posesión se mostró un político echado para adelante con un discurso donde se fue contra el gobierno del panista, Miguel Angel Yunes y contra el aspirante presidencial Andrés Manuel al criticar su estéril confrontación, Américo confunde ahora al hacerse de la vista gorda.

El mismo aspirante a la gubernatura sentenció que la inseguridad no es más que resultado de la ingobernabilidad. Pero Pepe Yunes expresó que es igual a la depresión económica y a la pérdida de empleos que se registra en la entidad.

Se sabe obviamente que esto no es privativo de Veracruz, pero sí la violencia que al menos por los sucesos de este sábado, mantienen a la capital del estado en jaque. Una ciudad que vive bajo la zozobra y con miedo, la capital que precisamente hace un par de semanas dejó de gobernador el hoy dirigente del PRI. Y por cierto, ahora gobierna MORENA, el enemigo a vencer del régimen estatal en turno.

Entonces seguro que como partido el tricolor tendrá que buscar la bandera adecuada, y que es precisamente devolverle la paz y la tranquilidad a los veracruzanos. Lo que fue la principal línea dentro de sus ofrecimientos del actual gobierno, pues en campaña ese fue el reclamo que hizo suyo. Por donde quiera que sea esa debe ser la prioridad.

Hoy, es lo que los adversarios le reclaman y será así desde aquí hasta que lleguen las elecciones de este año, salvo que Américo y el PRI digan otra cosa.


MUY EN CORTO

NO LES RECUERDEN EL PASADO. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial Veracruz-Boca del Río, José Manuel Urreta Ortega, demandó al periodista Filiberto Jiménez Lima por daño moral por una publicación en su portal de noticias Notiexpress.

La querella elaborada por el abogado Ramírez Llaca quedó radicada en el expediente 1238/2017 del índice del Juzgado Cuarto de Primera Instancia del distrito judicial de Veracruz, el juicio está en trámite en este momento y tiene en vilo al periodista Jiménez Lima.

Urreta Ortega se queja de daño moral por una publicación que el periodista realizó en su portal Notiexpress, donde afirmó que el presidente del CCE se benefició de los gobiernos corruptos y de codearse con altos dirigentes de la cúpula empresarial.

El decente dirigente del CCE exige al Juez que sentencie al periodista a que le pague una suma de dinero, aún no cuantificada, porque le dañó la reputación con esa publicación, pero jamás agotó el primer recurso a una publicación de ese tipo que es el derecho de réplica.

Así las cosas con los empresarios que ahora ven dañados sus intereses, pero será realmente eso lo que les preocupa y no el que se les relacione con los ex mandatarios que son los principales enemigos del gobierno en turno?