Ya arrancaron las precampañas de las elecciones nacionales del 2018 y por primera vez los tres contendientes con posibilidades van en alianza con tres partidos políticos de los llamados chiquilladas. El más triste de dichos institutos políticos es el Partido de la Revolución Democrática que en un pasado reciente se consideraba entre los mayoritarios y sus propios líderes lo desfondaron.

Estarán en juego más de tres mil puestos de elección popular y el estado de Veracruz es uno donde se van registrar más cambios, donde al igual que las elecciones estatales pasadas, el rechazo al gobierno en funciones es lo que motivara la movilización de los ciudadanos. No es secreto que el pasado voto veracruzano fue en repudio al gobernador Javier Duarte de Ochoa y al parecer la historia para la mala suerte de los ciudadanos se repite.

Entendemos que los dirigentes políticos en estos momentos se deben estar dando de topes en la cabeza al ver como están posicionados en este inicio de las precampañas y sobre todo la explicación que tienen que dar a sus militantes por haberse equivocado.

El reparto de las migajas electorales debe ser frustrante y deprimente para el orgullo y dignidad de una persona. De qué sirvió traicionar ideologías y principios si la final ya estaba escrita con la derrota anticipada. La encuesta de ayer publicada en medios nacionales les habrá provocado graves males físicos.


Regresa la guerra al Medio Oriente


En las crónicas de algunos periodistas capitalinos hablan de ciertos eventos bélicos en el Medio Oriente como la sangrienta guerra de Siria, pocos han vivido como corresponsal de guerra en el Líbano, país donde muchos políticos y hombres de negocios del estado de Veracruz, lo consideran como su segunda patria por ser sus abuelos o padres originarios de aquella nación.

En este caso específico le tocó al columnista Maquiavelo vivir intensamente esa terrible experiencia donde se corre el riesgo de perder la vida, a cambio de cubrir una información. El verdadero oficio de reportero es cuando este se ejerce para hacer historia.


La misma historia con el PAN


Se repite el capítulo de los medios periodísticos en Veracruz, el que vivió la revista Proceso, cuando el PAN ganó la presidencia de México con Vicente Fox. Dicho medio impreso fue demandado por Martha Sahagún cuando quiso cobrarle sus agravios empezando por restringirle la contratación de anuncios.

De acuerdo a su visión personal, Yunes Linares solo ha gastado 60 millones de pesos en aquellos órganos periodísticos que le son sumisos. El argumento infantil de la libertad de expresión, y repite el lema del presidente López Portillo: “No pago para que me peguen”.

Ni un solo gasto en publicidad oficial del gobierno panista de Miguel Yunes Linares a los periódicos críticos, excepto a la llamada gaceta oficial en que se transformó un medio.

Como ejemplo, lo que está sufriendo su candidato Ricardo Anaya en su pleito con el Universal. Se olvidan los funcionarios públicos que el poder es prestado y los medios continúan cuando ellos desaparecen.