El problema del PRI es muy serio en todas las encuestas que se han realizado se encuentra en un tercer lugar y arrancar así el proceso electoral del 2018 no le da ninguna posibilidad, el gobierno de Peña Nieto se va a lanzar a fondo para fracturar el Frente Ciudadano, coalición que empieza a mostrar fuertes divisiones, cuando Alejandra Barrales afirma que se buscará a un ciudadano no político como candidato presidencial y habla de un empresario, un académico o un intelectual margina a Ricardo Anaya, quien insiste que debe ser el designado.

Eso lo dijo frente a la televisión que lo entrevistara y horas después destapó a Miguel Mancera como candidato del PRD y si el Frente no lo apoya se sale del Frente el partido del Sol Azteca.

El líder del PAN sabe que más de la mitad de los gobernadores azules no lo apoyan y dentro de su partido los seguidores de Margarita Zavala de Calderón y Rafael Moreno Valle tampoco lo apuntalan. Los perredistas que quieren a Miguel Mancera como su candidato en caso que no aparezca en la boleta se sumarían a López Obrador, quien de acuerdo a la última encuesta del pasado miércoles del Universal, se encuentra siete puntos arriba.

Con este panorama electoral se comprende la desesperación de los priistas, panistas y perredistas.

Lo que más intriga a los analistas políticos es el silencio de Dante Delgado, marginado por los medios masivos de comunicación al dejarlo fuera de las entrevistas televisivas. El veracruzano sabe perfectamente que podría ser el protagonista principal en el momento crucial de decidir las candidaturas.

Es el menos visible y no porque esté ausente en los eventos. Él conoce perfectamente el papel que asumirá, es el único que tiene experiencia como gobernante y operador electoral. Sus compañeros en la coalición ninguno ha tenido un puesto de alto nivel político.

Para aquellos que apuestan a un rompimiento porque Anaya quiere ser candidato, Miguel Mancera se lleve al PRD con Alejandra Barrales para el gobierno capitalino, es donde Dante Delgado puede llegar a un arreglo que les convenga a todos los de esta alianza de partido alineados con la derecha.

¿Qué pasaría en Veracruz con cualquiera de los escenarios que se desarrollaran en la ciudad de México con los líderes del Frente?

Esto debe decidirse antes del 15 de diciembre.

Los tres aspirantes a la gubernatura de Veracruz, cada quien a su estilo propio están realizando su campaña.

Para su conveniencia, el gobernador Miguel Yunes Linares está obligado a buscar arreglos y componendas con sus enemigos políticos a fin de que no se cree el poderoso grupo del TUCOY. (Todos Unidos en Contra de Yunes).

Está consciente el gobernante lo que significaría perder esta elección, sobre todo porque él puso el ejemplo de guardar en la cárcel a su antecesor.

Tener como rivales a José Antonio Meade y al presidente Peña Nieto que no permiten que el candidato presidencial del Frente ocupe el segundo lugar en la contienda y que cuentan con la estructura y los recursos de todo tipo (incluidos los expedientes en la PGR) para que pierda estos comicios.