Con la anticipación que le permite al periodista especular sobre el futuro político de algunos funcionarios, señalamos que el candidato presidencial del Frente Ciudadano por México, no sería quien organizara en primera instancia esta coalición el líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, con la mira de ser él, advertimos en este mismo espacio del Corporativo Imagen que el cargo sería para Miguel Mancera, el actual jefe de Gobierno de la ciudad de México.

La seguridad que tiene el columnista es la información confidencial que tanto Alejandra Barrales del PRD y Dante Delgado Rannauro de Movimiento Ciudadano quienes componen esta coalición tripartita se inclinaban por el capitalino y que el queretano estaba impedido por estar sujeto a una intensa campaña negativa del periódico Universal que era fomentada por el PRI y el gobierno federal, quienes lo consideraban traidor a los compromisos políticos contraídos.

Nada más se le olvidó a Ricardo Anaya la existencia del PRIAN y pensó que al crear el Frente Ciudadano lo dejarían pasar, cuando el acuerdo era que el partido que estaba en el gobierno debería continuar como lo hicieron en los casos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

Sobre todo este último quien había perdido los comicios y se tuvo que maniobrar con el “haiga sido como haiga sido” para que tomara posesión por la puerta trasera.

La tarea es fácil para el partido tricolor desbaratar al Frente Ciudadano cuentan con expedientes en contra de Anaya y Barrales, dejándole el camino a Delgado Rannauro para meter a su aspirante. Aunado al malestar de Rafael Moreno Valle que se opone a la elección directa.

Para el PRI era vital esta descomposición del Frente ya que les permite una posición de segundo lugar en el arranque de la campaña electoral del 2018, que le daría más posibilidades para competir con Morena y por lo tanto pudiera seguir en la Presidencia de la República, como para recuperar las gubernaturas perdidas en el 2016.

Se sigue la misma costosa estrategia que hubo en el estado de México donde primero eliminan al PAN y dejan que su candidato se enfrente y compita a la par con su mayor oponente Delfina Gómez, de Morena.

Lo que sigue en el estado de Veracruz será el mismo esquema presidencial y los políticos mexiquenses donde son los del propio Partido Acción Nacional, los que con fuego amigo destrozan al aspirante, como lo hicieran con Josefina Vázquez Mota para que se fuera hasta el cuarto lugar.

Tanto el PRD como Movimiento Ciudadano no apoyan al candidato del gobernador Miguel Yunes Linares, los del Sol Azteca,como acostumbran, tienen sus peticiones,si no se les otorgan las posiciones que solicitan se salen y los MC por razones naturales no pueden emitir su sufragio hacia un viejo enemigo político, cuya historia se remonta a varias décadas atrás. “Ni perdón , ni olvido”, es el lema de este grupo político veracruzano.

Este sábado habrá nuevos nombramientos en dichos partidos y con ello otros intereses que cambian con cada proceso electoral.