Algunos políticos viven con una mala suerte y de manera especial con los medios de comunicación, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se había preparado enviando material de videos para la entrevista que iba a tener con el periodista Carlos Loret de Mola en su noticiero matutino en donde exhibiría la petición de la señora Karime Macías de Duarte, quien pretende recuperar un material personal se trata de una información que sólo a un auditorio de cierto morbo le interesaría.

El anuncio previo que se presentaría el polémico gobernante podría haber despertado algún interés. El tema no lo ameritaba y sobre todo la mención de que dicho asunto estaba en manos del cuestionado fiscal estatal Jorge Winckler que exigía que se presentara la señora del ex gobernador Duarte de Ochoa.

Pero el problema fue que durante todo el programa y en los cortes de los resúmenes, la nota principal era que Veracruz ocupaba el primer lugar en secuestros, triplicando el numero de casos de la ciudad de México que tiene más del doble de la población de la entidad veracruzana.

Para que anunciar la demanda del diario de Karime frente a la realidad brutal de la violencia en el estado. Si a alguno de los conductores se le hubiera ocurrido preguntarle sobre la inseguridad de Veracruz que triste papel del gobernante con el insignificante tema de una cuestión personal de la asilada veracruzana.

Ese mismo día el periodista Raymundo Jiménez se refería al discurso del candidato presidencial del frente Ricardo Anaya, quien criticó duramente a la madrina política de Yunes Linares, Elba Esther Gordillo y al corrupto líder petrolero Carlos Romero Deschamps, amigo personal y abogado de los dirigentes sindicales del actual gobernador de Veracruz.


Es lo mismo política y corrupción

Pocas personas saben definir en que consiste la corrupción, para el común de la gente los corruptos son aquellos funcionarios enquistados en cargos públicos y que nunca han trabajado en el sector privado. Son los funcionarios cuya codicia, maldad y cinismo responden a un estereotipo cuyo propósito es sólo acrecentar su poder y riqueza.

Ese argumento ha servido para organizar campañas políticas y encasillar a los adversarios en su calidad de villanos. Ningún servidor público veracruzano puede justificar las residencias, los vehículos y nivel de vida que derrochan.

Es urgente que el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción abandone el esquema de caricatura de los buenos contra los malos y se propongan definiciones puntuales donde sucede la corrupción que se centraliza en las oficinas públicas.

No se quiere saber a quien meterán a la cárcel sino como evitar que estos delitos se repitan y que llegan al extremo de dar asco. Este fenómeno se desarrolla en lo oscurito, en la discrecionalidad pero sobre todo en el monopolio de las decisiones políticas. Eliminar estos actos de los gobiernos es más eficaz que llevar a prisión los que se llevan el dinero público a sus casas.

Dejar a un lado que política y corrupción son la misma cosa.

Será interesante dar a conocer donde viven los candidatos al gobierno de Veracruz. La casa de Yunes Márquez y la de Cuitláhuac García.