Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Negligencia criminal
2017-10-09 | 09:46:20
No cabe duda que los años mientras más pasan… ¡más pesan!

Cosa de recordar, nada más, la inmediatez con la que solía reaccionar Miguel Ángel Yunes Linares hace 24 años como flamante secretario general de Gobierno, resolviendo ipso facto, incluso, adelantándose a los problemas de su competencia para que no llegaran hasta el despacho del gobernador Patricio Chirinos.

Y para ello, obviamente, movía a sus subordinados o maniobraba ante sus compañeros de gabinete para que se anticiparan o desactivaran de inmediato los conflictos.

En cambio ahora, como jefe del Ejecutivo del Estado, se le ha visto muy tolerante ante la pasiva reacción de sus colaboradores, algunos de los cuales vienen trabajando muy cerca de él desde el chirinato, por lo que es de suponerse que conocen muy bien su estilo político de operar.

El caso más incomprensible es el del secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, quien en el régimen chirinista colaboró directamente con él como director general de Tránsito del Estado. Pero pese a la evidente ineptitud del jefe policiaco por la que actores políticos y representantes de varias organizaciones civiles y empresariales han pedido públicamente su renuncia, Yunes no solo sigue sosteniéndolo sino que incluso ha llegado a declarar que ¡es el mejor titular de la SSP que ha habido en Veracruz!, no obstante a los altos índices criminales que rebasan por mucho los registrados en el mismo lapso en sexenios anteriores.

Pero en otras secretarías y organismos públicos descentralizados tampoco “cantan mal las rancheras”.

Cosa de ver, por ejemplo, la negligencia de la Secretaría de Salud denunciada este domingo por un grupo de padres de familia del municipio de Coxquihui, en la sierra de Papantla, que tuvieron que bloquear la vía carretera para llamar su atención luego de la muerte de dos menores de cinco años de edad, una ocurrida ¡desde hace 15 días!, así como el grave estado de salud de otra docena de niños afectados aparentemente por el mismo virus.

Los hechos ocurrieron en la comunidad de Ojite de Matamoros, del municipio de Coxquihui que según la secretaría a cargo del doctor Arturo Irán Suárez Villa, pertenece al área de influencia de la UMR de Comalteco, ¡misma que actualmente no cuenta con médico y sólo es atendida por una enfermera!

La semana pasada visitaron apenas el jardín de niños “María Montesori”, donde detectaron que el depósito de agua se encuentra sucio y que además conservan mobiliario que ya no utilizan.

Pero la misma indolencia se ha observado en la Sefiplan, donde 10 meses después de iniciado el bienio yunista han comenzado a revisar los adeudos que la administración estatal anterior les dejó con proveedores y contratistas.

En el Instituto Tecnológico Superior de Xalapa también tardaron siete meses para nombrar oficialmente al director, negligencia que afectó a más de 200 egresados de diversas carreras que desde diciembre de 2016 no han podido titularse y que todavía no tienen fecha para que lo puedan hacer, lo que ha enojado a sus familiares ya que les consiguieron trabajo en otras entidades que sí generan empleos bien remunerados, pero no han podido ser contratados porque no cuentan con los documentos oficiales que acrediten sus estudios.

En Tantoyuca acaba de ocurrir también otro hecho surrealista: Yunes Linares, engañado por la CAEV y la familia Guzmán Avilés, fue a inaugurar un sistema de agua potable en la comunidad de Moralillo Galera, el cual no funciona porque la CFE no autoriza aún el contrato de energía eléctrica para el bombeo, ni la CONAGUA permite la extracción del vital líquido.




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