Por Catón
Columna: De políticas y cosas peores
Fortaleza ciudadana
2016-11-09 | 09:13:22
Lord Feebledick amaneció acatarrado. Atribuyó su malestar al viento frío que había soplado el día anterior durante la cacería de la zorra. Aun así no alteró su rutina cotidiana, pues era hombre metódico, de costumbres arraigadas. Cada mañana solía agarrar a besos a Lilibeth, la linda mucama de la casa, y le daba algunos pellizquitos en su región más cárnea. La muchacha no oponía resistencia, pues encontraba graciosa la vetusta salacidad de su patrón, y además sabía que de ahí no podía pasar. Aquel día lord Feebledick hizo lo mismo de siempre. Sucedió, sin embargo, que lady Loosebloomers, su mujer, lo sorprendió en tales escarceos. “Eres un irresponsable, Feebledick -lo reprendió-. Le vas a contagiar tu catarro a la mucama; ella se lo va a contagiar al chofer, y el chofer me lo va a contagiar a mí”... El indocumentado mexicano que trabajaba en un rancho de Texas le escribió a su esposa: “Mi patrón es muy católico. Siempre que se dirige a mí invoca a San Abagán y San Ababich”... La señorita Peripalda les hablaba a los niños del pecado original. Pepito estaba distraído, y la piadosa catequista le preguntó de pronto: “A ver, Pepito: ¿cuál fue el pecado que cometieron Adán y Eva?” El muchachillo enmudeció. “Te voy a ayudar -le ofreció la señorita Peripalda-. Fue el pecado ori... ori...”. “¡Ah sí! -exclamó Pepito-. ¡El pecado horizontal!”... Las evidencias claras de corrupción -ya no indicios- en personas pertenecientes al régimen que ejerce el poder en mi natal Coahuila provocan indignación en la ciudadanía y fortalecen la posición de quienes piensan que debe haber un cambio de raíz en el rumbo político de la entidad. Cada día crece más la corriente de opinión en el sentido de que ya no es posible tolerar que el estado siga en las mismas manos. Tres sexenios, 18 años de lo que la gente llama moreirato, serían demasiado; equivaldrían a la instauración de un cacicazgo que haría mayor daño a Coahuila y a los coahuilenses. El cambio de rumbo podría provenir del mismo PRI si la dirigencia nacional se decidiera a impulsar la precandidatura de alguno de los aspirantes que no sea el elegido por el actual gobernador, a través del cual busca seguir gobernando. El candidato priista debería ser alguien que haya tomado o tome en el futuro una franca distancia del régimen actual. Sólo de esa manera el PRI tendría alguna posibilidad de ganar la elección del próximo año en Coahuila. Aun así su victoria será difícil, por la irritación que priva entre los electores a causa de la megadeuda, la corrupción e impunidad reinantes y los terribles crímenes cometidos por la delincuencia organizada, que encontró aquí campo propicio para sus operaciones. Todo indica, sin embargo, que el PRI nacional y el gobierno federal apoyan las pretensiones de continuismo del gobernador Moreira. Así lo muestran las recientes designaciones de funcionarios de la Federación en el estado, hechas,
según se ven las cosas, para apoyar el proyecto político de quien ahora gobierna y quiere seguir haciéndolo por interpósita persona. Esa nociva situación hace que crezca la posibilidad de la alternancia. Ante un PRI dividido y debilitado por la falta de piso parejo que algunos precandidatos priistas denuncian, se mira un PAN unido, con una estrategia sólida y varios precandidatos fuertes frente al muy débil que el actual gobernador se obstina en favorecer pese a todos los indicadores en contra. Si las cosas siguen como van no será difícil que Coahuila sea uno más de los estados que han optado por la alternancia como medio para acabar con los males que han padecido y buscar así un futuro mejor... FIN.


MIRADOR ›armando fuentes aguirre
Llueve, llueve, llueve en el Potrero de Ábrego. Bajo la lluvia la tierra huele a mujer agradecida. Los hilos de agua buscan el cauce del arroyo y su corriente canta otra vez la canción que nos alegra el alma. El cuervo que siempre estaba en la rama torcida del álamo que se secó ya no está ahí. El muro de adobe de la bodega grande parece recién pintado. El mugido de la vaca en el establo es una sinfonía pastoral. Cuando llega la lluvia la esperanza llega. Brotarán otra vez los manantiales y se llenarán las pozas donde antes se bañaban las muchachas. El agostadero se cubrirá de hierba. Cuando el año esté en sazón las cabras recibirán al chivo, y a lo mejor parirán cuates. El verde de los árboles será más verde, y más abundantes sus frutos. Todos seremos ricos, con la frugal riqueza que da el cielo y que el trabajo da. En el fogón de la cocina se escucha el borbollar de la olla donde hierve el agua para el té de yerbanís. El humo que sale de la chimenea y sube al cielo es nuestra acción de gracias. ¡Hasta mañana!... MANGANITAS ›por afa
“Descenderá la temperatura”. Un frío de los demonios empieza a sentirse ya. (De seguro aumentará la cifra de matrimonios).

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