El problema del presidente Peña Nieto es la falta de información, a pesar de que se diga que es el hombre mejor informado del país. La tradicional lambisconería de la clase política no tiene límites y se le mantiene engañado en una cápsula cuando hace sus giras por la provincia o sale al exterior y le presentan una visión muy diferente a la realidad.
Quienes asesoran al presidente tienen una receta equivocada con la intempestiva invitación al candidato republicano que es la siguiente: Si me insultas te invito, si nos desprecias te damos un abrazo.
Como remate de esta visita, Trump declaró al llegar a Arizona: “Construiremos un gran muro a lo largo de la frontera sureña. Y México pagará por el muro, ciento por ciento. Ellos no lo saben pero, sí lo pagarán”.
El público lo coreó… muro, muro y USA…USA.
El tiempo que pasa Peña Nieto en arreglarse debería de ocuparlo en enterarse de lo que pasa en el país, sobre lo que opina la gente y escuchar a analistas diplomáticos sobre las desventajas que entrañaba la visita de Donald Trump.
Su equipo le endulza el oído y elogia de manera desmesurada y eso hace que pierda el piso, de allí la equivocación de invitar a un candidato y con ello molestar al presidente Obama y a la candidata Hilary Clinton.
Simplemente la regó.

El cambio de Duarte

Cuando se aprobó la decisión de que el próximo gobernador de Veracruz sería de dos años, se le planteó al presidente Peña Nieto la conveniencia de un nuevo gobernante que supliera a Javier Duarte de Ochoa y se pensó en el senador Héctor Yunes Landa, el cual tendría a su cargo los dos últimos años del sexenio duartista y dejaría el espacio a su compañero de bancada, José Yunes Zorrilla.
Desde aquel entonces se analizaba el cambio de Duarte de Ochoa. Hay testigos veracruzanos que vivieron esta vieja historia.

El infierno de Coatzacoalcos

Ya lo planteó la diputada Mónica Robles y el columnista Francisco Garfias: La vida en el puerto veracruzano de Coatzacoalcos está marcada por la inseguridad, impunidad y luto. Sus habitantes están cansados, asustados, desolados por la delincuencia violenta que actúa con absoluta impunidad.
La legisladora local señala que están indignados por la poca o nula respuesta de las autoridades de los tres niveles del gobierno ante la ola de violencia y sangre.
El hartazgo es tal, que los empresarios y la sociedad civil han convocado a una megamarcha para el 10 de septiembre con el fin de manifestar su inconformidad.
En lo que va del año se tienen registrados 68 homicidios, 62 secuestros, 32 desaparecidos, más de 140 robos a casas habitación y negocios y se han llevado 77 vehículos. Los empresarios y la sociedad desesperados y ante la nula respuesta de los gobiernos han decidido emigrar y convertir a este antiguo emporio petrolero en una ciudad desierta.
Nadie hubiera pensado que el principal polo de desarrollo del sur de Veracruz que contaba con los complejos petroquímicos más importantes de Latinoamérica se convirtiera en una sucursal del infierno.