Por Catón
Columna: De políticas y cosas peores
Embarazos y divorcios
2016-03-31 | 09:50:34
Jactancio Narcícez, hombre ególatra, pagado de sí mismo, le dijo a Rosibel: “En conjunto no estás del todo mal, muchacha. Tu cabellera rubia se asemeja al Sol que en la mañana asoma por oriente; tu frente nívea imita las enhiestas cumbres de los volcanes de mi patria; tus labios me recuerdan los corales submarinos; tus dientes son perlas de Ofir; tu cuello es de gacela; tus senos de marfil y rosa son como aquellos que ensalzó en el Cantar de los Cantares el poeta enamorado de la sulamita; tu cintura cimbreante de palmera se enancha en grupa de yegua arábiga; tus piernas, alabastro y mármol, tienen como invertido capitel esos pies tuyos, pequeños como alfileteros donde el rendido bardo dejó clavado su ardiente corazón. ¿Vamos a un motel?”. Respondió Rosibel con laconismo: “No”. “Está bien -dijo Jactancio, desdeñoso-. De cualquier modo no me gustas: hablas demasiado”... Una comisión de vecinos del edificio visitó a don Chinguetas. Le dijeron: “La vecina del 14 enviudó, y quedó en situación económica difícil. Hemos organizado una rifa y venimos a que nos compres un boleto”. “No tiene caso, amigos -responde él tristeza-. Ustedes conocen a mi esposa Macalota, y saben que aunque me sacara a la vecina no me dejaría traerla la casa”... La mamá de Rosilita le pidió: “Rézale todas las noches al Niñito Dios para que te mande un hermanito”. Poco después la señora quedó embarazada, y al paso de los meses dio a luz trillizos. “¡Caramba! -se consternó Rosilita-. ¡Debo haber rezado muy fuerte!”... Dos cosas perturban a los estudiosos de la sociedad, entre otras muchas cosas que a los estudiosos de la sociedad perturban. La primera es el creciente número de embarazos entre adolescentes; la segunda es el aumento en la tasa de divorcios. Yo, aprendiz de todo y oficial de nada, no soy estudioso de la sociedad, pero creo entender que el primer problema, el de los tempranos embarazos, se debe a falta de educación sexual integral y de una política pública audaz que sirva para evitar que se embaracen -es decir que sean embarazadas- muchachitas que apenas han dejado de ser niñas. Sugiero que así como en la escuela primaria se reparten libros de texto gratuitos, en la secundaria se distribuyan gratuitamente pastillas anticonceptivas y condones. Hacer tal cosa no sería alentar la promiscuidad -una adecuada orientación sexual en la escuela y el hogar evitaría eso-, sería actuar con valentía para impedir que haya tantos problemas y tantos sufrimientos. El aumento en el número de divorcios tiene su origen principal en factores de orden económico. La bolsa, y no la cama, es el motivo de la mayor parte de los conflictos entre esposos. También para el matrimonio se necesita orientación, a fin de que los novios no lleguen a él desorientados. Los exámenes prematrimoniales deberían incluir preguntas sobre el precio de los frijoles, la leche y las tortillas. Y es que donde come uno ya no comen dos. Que lo que Dios ha
unido no lo separe el hambre. La maestra preguntó: “El sustantivo ‘locomotora’ ¿es masculino o femenino?”. Pepito respondió sin vacilar: “¡Masculino!”. “Te equivocas, -lo corrigió la maestra-. ‘Locomotora’ es palabra femenina”. “¿Cómo? -fingió sorpresa el tremebundo infante-. ¿Y qué el pito no cuenta?”... Babalucas salió de su casa vestido de esmoquin. El vecino le preguntó: “¿A dónde vas tan de etiqueta?”. Respondió el pavitonto, orgulloso: “A la graduación de mis lentes”... El ebrio le dijo al cantinero: “Necesito su ayuda, distinguido. No me puedo hallar la cajetilla de cigarros”. El hombre le buscó en la bolsa de la camisa y se la dio. “Necesito su ayuda otra vez, mi estimado- volvió a decir a poco el azumbrado-. No puedo encontrarme el encendedor”. El cantinero le buscó en las bolsas del saco y se lo entregó. A la hora de pagar dijo de nueva cuenta el temulento: “Ayúdeme por favor, caballero. No puedo encontrarme la cartera”. El cantinero le hurgó en los bolsillos del pantalón y se la dio. Pagó el beodo y se encaminó al baño. Un minuto después apareció en la puerta y le gritó con tartajosa voz al tabernero: “¡Amigo! ¡Otra vez estoy necesitando su ayuda!”... FIN.

MIRADOR ›armando fuentes aguirre ¿Qué extraña condición tenemos los humanos, que en el invierno sentimos nostalgia de la primavera, y cuando llegan los días invernales ansiamos que regrese de nuevo la estación de las flores, los pájaros y el sol? Todo tiene su tiempo, dice el Eclesiastés. Hay tiempo de vivir y tiempo de morir. Es decir de volver a vivir. Nos condolemos porque después de la primavera habrá un invierno. Debemos alegrarnos con la promesa de que al invierno seguiría otra primavera. El río va hacia el mar, es cierto, pero también es cierto que del agua del mar se hacen los ríos. Río y mar son una misma cosa: el río es mar que será; el mar es ríos que fueron. Nosotros somos vida que es, pero también vida que fue y vida que será. Todo a fin de cuentas es vida. Todo es vida a fin de cuentos. ¡Hasta mañana!... MANGANITAS ›por afa “Las aspirantes al puesto de secretaria llenaron en la solicitud de trabajo el renglón correspondiente a ‘Sexo’”. Obtuvo el empleo ahí la que en en la solicitud puso sin gran inquietud sólo una palabra: “Sí”.

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