La primera vez que el gobernador de Veracruz, Javier Duarte De Ochoa, dijo que no tenía candidato a la gubernatura fue en esta casa editorial, donde agregó que apoyará al que su partido designe como abanderado para el 2016. Algo que acomodaría después, a la lógica, al precisar que sería por el que se presente mejor posicionado en la simpatía ciudadana, es decir, en las encuestas.
Y bueno evidentemente su discurso es de estadista aunque en su momento lo pudo tener sobre todo cuando se hablaba que el alcalde boqueño, Salvador Manzur Díaz, era su "delfín" y por eso lo hizo secretario de Finanzas, hasta que llegó el famoso "bocagate", que le costó truncar el proyecto político de ambos.
Después, alguien dijo que alguno de sus ex colaboradores que hoy día son diputados federales sería su "gallo" y señalaban a Alberto Silva Ramos, Erick Lagos Hernández, Jorge Carvallo Delfín o a Adolfo Mota Hernández. De los cuatro fantásticos ninguno pintaba, ni pinta hasta ahora.
Y es que la realidad es que el mandatario sabe que es casi imposible que uno de sus legisladores federales pueda ser electo porque los tiempos políticos prácticamente están agotados y el "ungido" debe salir antes de que termine este año.
Y es que a ninguno de ellos le alcanza para "encartarse" en el juego sucesorio porque simple y sencillamente en las encuestas su intención de voto es baja sobre todo cuando los miden con los dos senadores priistas que llevan casi cuatro años en una abierta pre campaña recorriendo el estado.
De eso está consciente el primer priista de Veracruz y por eso le ha convenido que se sentara con José Yunes Zorrilla a limar “asperezas” o lo que llaman en política, malos entendidos, quien es uno de los dos que se encuentran en la recta final.
Duarte De Ochoa sabe que aunque la decisión podría generarse desde el altiplano será consultado al momento de analizar quien debe ser el abanderado para la mini gubernatura, y su voz será definitiva.
Y por supuesto que también trae sus propias encuestas, que será el método para nominar al candidato del PRI, y seguramente las va a usar al momento de las definiciones, pues al final de cuentas se trata de ganar no de perder.

MUY EN CORTO

EL PUENTE DE LA DISCORDIA. Apenas fue anunciado este lunes la realización del puente que comunica al municipio de Boca del Río con Alvarado, pero que es indispensable para acabar con el cuello de botella entre los que salen de ese municipio y se dirigen a la “Riviera Veracruzana” y viceversa, que en descalificarlo y criticar el mecanismo de inversión y la concesión de la misma.
Esta obra vial es más que necesaria para resolver el problema vial de la salida de la conurbación, no solo del municipio boqueño hacia el centro y sureste del país, ya sea las miles de familias que gozarán de ello con menos incomodidad para salir y retornar a sus hogares en los lujosos fraccionamientos de Alvarado, o los que por trabajo y paseo gustan de ir a la zona centro y sur de la entidad veracruzana.
Pero tal parece que desde el punto de vista de la ingeniería vial o arquitectónico, y hasta económico aún cuando sea el argumento, no es lo que incomoda a los detractores exprés del asunto sino el sorpresivo anuncio donde no sólo fue el gobernador Javier Duarte en su calidad de mandatario, sino el diputado federal del PAN, Francisco Gutiérrez de Velasco, y a quien se le dio el mérito de la gestión del magno proyecto, por lo que seguramente eso es lo que realmente está inquietando. Un legislador panista, del bastión albiazul por naturaleza, haciendo el caldo gordo al gobernador priista?
Entre otros enjuiciamientos o descalificativos dice lo siguiente:
“Como ahora el gobierno de Veracruz no tiene ni para hacer obra pública, y mucho menos para pagar su deuda de más de 80 mil millones de pesos, sale con su gracia de que van a pedir a empresas constructoras financiamiento a largo plazo para la construcción de puentes en el estado, es decir, más deuda para Veracruz”.
Aquí cabe el dicho de que si se hace es malo, si no se hace también. Si el gobierno estatal, esté quebrado o no, sea el federal, y quien lo haya propuesto, por donde se le quiera ver este puente no es nadamás necesario sino vital para la economía y estabilidad social de Veracruz, Boca del Río y Alvarado.
Más adelante en sus correos detractores los “anónimus” señalan:
“Esta nueva manera de trabajar del gobierno del estado enriquecerá a los elegidos, a quienes les caerá dinero constante y sonante por concepto de ejecución de la obra y aparte por el financiamiento de la misma durante los próximos 20 años a costa de los recursos de todos los veracruzanos”.
De la presencia de Francisco Gutiérrez de Velasco, y el agradecimiento a éste por la gestión de tan importante obra, no se aborda nada en dichos comentarios críticos.
INGENIOS A LA VENTA. La venta de ingenios de alguna forma removerá para bien la economía de los veracruzanos, principalmente de quienes viven en zonas cercanas a esas factorías.
De las cinco empresas que el gobierno federal anunció se venderían, a través de un Fideicomiso, cuatro están ubicadas en Veracruz; por esa razón es que el gobierno estatal no evadió el tema.
Hasta hace unos días esos ingenios se mantenían ociosos; es decir, algunos tienen años sin que se realice en ellos zafra alguna, lo que, de paso, deteriora las instalaciones.
Según el gobierno de Veracruz estará pendiente del desarrollo de estas negociaciones; existe el interés de conocer paso a paso las transacciones que beneficiarán a los campesinos veracruzanos. Y ya basta de que se engañe a los productores.

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